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WASHINGTON, 30 de diciembre (Quadratín México).- Las conversaciones en el Senado de Estados Unidos para evitar el llamado “precipicio fiscal” con la entrada en vigor de mayores impuestos a partir de enero sufrieron hoy un revés por las diferencias entre demócratas y republicanos.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y el de la minoría republicana, Mitchell McConnell, ventilaron sus diferencias este domingo, tras intensas negociaciones el fin de semana para llegar a un acuerdo.
“Estoy interesado en resultados”, dijo McConnell, quien pidió la intervención del vicepresidente estadounidense Joseph Biden para limar diferencias con los demócratas a fin de frenar el aumento de impuestos, que entrarán en vigor a partir del 1 de enero.
La entrada en vigor de aumentos de impuestos y el recorte de programas gubernamentales podrían hacer caer al país en un “precipicio fiscal” y en una nueva recesión, según analistas.
Por su parte, Reid sostuvo que “por ahora” no tiene una contrapropuesta a las recomendaciones de los republicanos.
Las conversaciones para un acuerdo bipartidista en el Congreso sufrieron un revés luego de que los republicanos exigieron recortes significativos a los beneficios del Seguro Social, informó el diario The Washington Post en su página electrónica.
A cambio de esos recortes, los republicanos aceptarían la petición apoyada por el presidente Barack Obama para extender beneficios de desempleo y cancelar recortes al Pentágono y otras entidades federales.
El Senado se ocupó este domingo de nominaciones a entidades federales en tanto que la Cámara de Representantes también tiene previsto realizar votaciones esta tarde sobre diferentes proyectos de ley que no tienen relación con las conversaciones sobre el “precipicio fiscal”.
En una entrevista para el programa dominical “Meet the Press” de la cadena NBC, Obama expresó su confianza de que el Congreso apruebe recortes de impuestos a la clase media pese a la incertidumbre de un acuerdo.
El mandatario recomendó que el Senado, con mayoría demócrata, presente una legislación para que se realice un voto.
En caso que el país entre en el llamado “precipicio fiscal”, el nuevo Congreso que comience en enero próximo debe presentar proyectos de ley para reducir los impuestos a la clase media, señaló.
De esta manera, una hora antes del plazo que habían estimado para presentar un plan, líderes republicanos y demócratas del Congreso dijeron que aún no lograban un acuerdo que detenga las alzas automáticas de impuestos y recortes al gasto que podría lanzar a la economía del país a una recesión.
“Aún hay diferencias serias entre ambas partes”, reiteró Reid.
Un punto pendiente parece ser una propuesta republicana presentada en la tarde del sábado, que desaceleraría el crecimiento de los beneficios de seguridad social para los jubilados en un esfuerzo por reducir el déficit de billones de dólares.
Muchos demócratas, incluido Reid, han dicho que la seguridad social no debe tocarse.
Por su lado, McConnell dijo que ahora intentaría elaborar un acuerdo con Biden.
“Estoy dispuesto a lograr esto, pero necesito un compañero de baile”, dijo McConnell.
Cualquier acuerdo debe ser aprobado por ambas cámaras del Congreso antes de la medianoche del lunes. Incluso si ambas partes logran un acuerdo, las barreras de procedimiento en el Senado y la Cámara de Representantes podrían dificultar una rápida aprobación.
Si los políticos no pueden lograr un acuerdo, entonces entrarán en vigencia el 1 de enero alzas de impuestos y recortes generalizados al gasto del Gobierno que sacarían unos 600 mil millones de dólares de la economía, haciendo subir el desempleo y frenando el gasto federal.
Otro punto de desacuerdo es el alza de impuestos a los ricos, un aumento que desea el presidente Barack Obama, pero al que se oponen los republicanos, especialmente los conservadores de la Cámara de Representantes.
Los republicanos buscan equiparar cualquier aumento de impuestos con recortes al presupuesto de los programas de beneficios que se estima se volverán cada vez más caros a medida que la población envejecerá en las próximas décadas.
John Boehner, el presidente de la Cámara de Representantes, rechazó las acusaciones de Obama sobre que los republicanos no estaban abiertos a un acuerdo.
“Los comentarios del presidente hoy son irónicos, ya que el tema recurrente de nuestras negociaciones fue su falta de voluntad para acceder a cualquier cosa que le exija hacer frente a su propio partido”, dijo Boehner, quien ha tenido problemas para convencer a sus correligionarios republicanos para que apoyen sus propias propuestas, en un comunicado.
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