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CIUDAD DE MÉXICO, 26 de enero (Quadratín México).- Casos como estos también se han dado en México y se trata de una pareja de ancianos que vive en la Provincia de Zhejang al este de Chin que se ha negado a abandonar su casa, pese a que ya se encuentra justo en medio de una autopista, cuya construcción casi se concluye.
Los ancianos no se han doblegado ante las presiones gubernamentales ni tampoco por el hecho de que todos sus vecinos ya se fueron, luego de recibir un promedio de 42 mil dólares que les pagaron por la expropiación de sus hogares.
La pareja explica que la construcción le costó poco más de 96 mil dólares hace unos 12 años y que hoy le costaría al menos 128 mil dólares.
Luo Baogen y su esposa, dueños de la casa de cinco pesos que hoy se encuentra en medio de la autopista, han manifestado a los medios de comunicación que no se irán de su propiedad hasta llegar a un acuerdo justo con el gobierno.
Tampoco en China es la primera vez que dueños de una casa se niegan a que su hogar sea expropiado a precios injustamente bajos. A estas casas, que terminan estando en medio de la construcción gubernamental, se les denomina “casas clavo” o dingzihu en chino.
Uno de los casos más notorios fue 2007, cuando el propietario de otra “casa clavo” en la ciudad central china de Chongqing se convirtió en todo un héroe popular para los chinos al resistir varios meses las presiones de las constructoras, que le dejaron sin luz ni agua y excavaron un foso alrededor de la vivienda.
Organizaciones como China Human Rights Defenders denuncian los abusos que los gobiernos locales y empresas constructoras cometen frecuentemente contra los propietarios, incluyendo impago y uso de la violencia para el desalojo.
QMX/oab