¡Las cicatrices quedan!: René Bejarano, a 20 años del video
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de marzo de 2018.- Andrés Manuel López Obrador se registró oficialmente ante el Instituto Nacional Electoral (INE) como candidato de la coalición Juntos haremos historia (Morena, PT y Encuentro Social) a la Presidencia de la República; reiteró su discurso de paz y justicia y aseguró que quiere pasar a la historia como uno de los mejores presidentes de México.
Al término del evento protocolario que se realizó en el auditorio del órgano electoral, López Obrador se dirigió a la explanada del INE donde lo aguardaban decenas de seguidores, varios de ellos pertenecientes al sindicato minero, según decían las playeras rojas que portaban con la imagen de Napoleón Gómez Urrutia, ante quienes enfatizó que está consciente de la responsabilidad histórica que tiene, por lo que, insistió, no le fallara al pueblo ni traicionará la patria.
López Obrador dijo que se someterá a la revocación de mandato, por lo que, de llegar a ser Presidente, realizará una consulta cada dos años donde preguntará a la ciudadanía «si quieren que siga en la Presidencia o que renuncie a ella, en una democracia se debe seguir la máxima de, el pueblo pone y el pueblo quita», sostuvo.
Dio a conocer lo que llamó sus cinco compromisos básicos de campaña que llevará a cabo cuando llegue a la Presidencia: habrá un auténtico Estado democrático de derecho, y enfatizó que esta elección será la última que se celebrará, dijo, bajo la sospecha y el temor del fraude electoral. En este sentido, refirió que el Gobierno no utilizará el presupuesto para favorecer partido o candidato, y tampoco habrá, según él, compra de votos.
Su segundo compromiso, señaló que será acabar con la corrupción y la impunidad, así como con los grupos en el gobierno, «habrá autoridad moral y por lo mismo autoridad política»; como tercer punto se comprometió a otorgar trabajos y salarios dignos a todos los mexicanos, ya que dijo, que se reactivará la economía al consumir lo que el país produzca, «vamos a fortalecer el mercado interno».
Como cuarto compromiso ofreció trabajar todos los días desde las siete de la mañana, para atender el problema de inseguridad, pues manifestó que es lo más difícil que se tiene que resolver en el país, y recriminó que los gobierno anteriores y el actual, permitieron que la violencia e inseguridad se agravara en el país, «tanto por el descuido social como por el contubernio entre las autoridades y la delincuencia».
Mientras que el quinto compromiso lo dedicó a sus aspiraciones espirituales y de bondad al referir que será la realización y divulgación de la constitución moral, la cual, detalló, no se tratará de un instrumento jurídico, sino de una expresión de los valores fundamentales, «no sólo buscaremos el bienestar material sino también el bienestar del alma, solo siendo buenos seremos felices», apuntó.
Reconoció que tiene una «ambición legitima» de ser uno de los mejores presidentes de México, e incluso, se atrevió a compararse con Benito Juárez, Francisco I. Madero, y Lázaro Cárdenas.
«Tengo una legítima ambición, quiero pasar a la historia como uno de los mejores presidentes de México, aspiro a estar a la altura de Benito Juárez, de Francisco I. Madero, y a la altura de un presidente popular y patriota como el General Lázaro Cárdenas del Río. Tengamos confianza, seguiré manteniendo mi creo de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo», afirmó.
Con discurso triunfalista y ante las decenas de seguidores y personajes políticos que lo acompañaron como Marcelo Ebrard, Gabriela Cuevas, Mario Delgado, César Martínez, entre otros, López Obrador dijo que como primera iniciativa de reforma que enviará al Congreso, será la abolición de fueros y privilegios, por medio de modificaciones al 108 constitucional para que el presidente de la República pueda ser juzgado por delitos electorales y por corrupción.
«No odiamos a nadie, simplemente deseamos con toda nuestra alma lograr el renacimiento económico, social, político y, sobre todo, el renacimiento moral de nuestro querido México, dicho de otra forma, nuestro propósito es iniciar una etapa nueva en la vida pública del país, con un presidente que no esté subordinado a ningún grupo de intereses creado y que solo tenga como mandato y como amo al pueblo de México (…) La tercera es la vencida», puntualizó.