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CIUDAD DE MÉXICO, 28 de septiembre de 2017.- El edificio 1-C, ubicado en Tlalpan y Tasqueña, colapsado el 19 de septiembre pasado, ya tenía malas condiciones y de ello fueron advertidas las autoridades de la delegación Coyoacán.
Hace dos años, Berry fue el administrador del edificio 1-C, y aprovechó que alumnos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) hacían estudios de peritajes, para encargarles que revisaran la construcción.
Cuando le entregaron los resultados se preocupó, ya que los universitarios detectaron que el edificio estaba en malas condiciones, desde su sótano hasta la parte de arriba.
De acuerdo con el vecino del conjunto de edificios departamentales de Ciudad Jardín –compuesto por 10 edificios de los cuales el 1C se cayó– el disco que entregaron los estudiantes se lo dio al entonces Jefe de Unidad de mantenimiento Urbano Culhuacanes, Oscar Blancas, funcionario de la demarcación que ahora participa como enlace.
Reconoció que le dio el disco, pero sin un acuse de recibo ni haber sacado una copia para el mismo.
«Se lo di confiando en su voluntad, y no hizo nada».
Hoy el edificio es sólo ruinas, y su desplome dejó nueve muertos y 18 sobrevivientes.