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Un mundo en donde la mayoría de sus jóvenes encaran problemas de desempleo, marginación, adicciones, disgregación familiar, violencia y falta de oportunidades educativas, entre otros flagelos que los vulneran. En México no hay políticas públicas claras y efectivas a favor de este sector.
Ante ese panorama desalentador para la población joven de todo el orbe, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, aprobó el 17 de diciembre de 1999, que el 12 de agosto fuera declarado como el Día Internacional de la Juventud.
El objetivo es que los gobiernos, el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil y los círculos académicos de todo el mundo, ayuden a aumentar las oportunidades de éxito de ese sector.
El tema del Día Internacional de la Juventud 2012, “Construyendo un mundo mejor: Asociándonos con los jóvenes”, es un llamado mundial para establecer asociaciones con la participación de ellos en beneficio propio.
En el programa de acción quinquenal que se dio a conocer a principios de este año, el secretario general de la ONU, Bank Ki-moon dio prioridad al trabajo con los jóvenes en temas como empleo, empresariado, inclusión política, ciudadanía y protección de los derechos, así como educación, particularmente sobre salud reproductiva e higiene sexual.
Las Naciones Unidas, llama a reconocer y alentar la contribución que los jóvenes hacen, pues a menudo dan ejemplos en la adopción de estilos de vida ecológicos y saludables.
Promueven el uso innovador de las nuevas tecnologías y aprovechan los dispositivos electrónicos móviles y las redes sociales en línea, salvando brechas para fomentar el desarrollo de sociedades inclusivas.
“Los jóvenes no son simples beneficiarios pasivos, sino agentes efectivos del cambio. Dedicados, entusiastas y creativos, los jóvenes han estado contribuyendo al desarrollo al ocuparse de las cuestiones más difíciles de la sociedad”.
Los esfuerzos de los jóvenes, señala la ONU, han contribuido a luchar contra la pobreza y el hambre en sus comunidades, a poner freno a la pandemia del VIH/Sida mediante la educación entre pares y a promover la protección del medio ambiente.
También han sido pioneros en el fomento del diálogo, la comprensión y el respeto entre personas de procedencias culturales y religiosas diversas.
Las Naciones Unidas definen a los jóvenes como personas de entre 15 y 24 años de edad. Los que actualmente, representan el 18 por ciento de la población mundial, es decir, 1.200 millones de personas.
El 87 por ciento de ellos viven en países en desarrollo y afrontan problemas generados por el acceso limitado a los recursos, la atención de la salud, la educación, la capacitación, el empleo y las oportunidades económicas.
Los Estados Miembros de las Naciones Unidas son conscientes de que en todos los países los jóvenes son un recurso humano fundamental para promover el desarrollo, un cambio social positivo y la innovación tecnológica. Sus ideales, su energía y su visión son esenciales para el desarrollo continuo de sus sociedades.
En México la población joven enfrenta también problemas similares. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Juventud 2010, no todos los 36.2 millones de jóvenes de entre 12 y 29 años de edad, tienen acceso a la educación o a un empleo formal.
De este sector, más del 50 está distribuido en ocho entidades: Distrito Federal, Estado de México, Veracruz, Chiapas, Michoacán, Jalisco, Puebla y Guanajuato, y además de la falta de oportunidades se enfrentan a la violencia, afirmó Roberto García Salgado, profesor de posgrado de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.
Según encuestas, los jóvenes están concentrados en actividades educativas, sobre todo de los 12 a los 16 años, después empiezan a limitarse las oportunidades, lo que los lleva a insertan en actividades económicas informales y ser víctimas y partícipes de la violencia. Algunos por las condiciones geográficas y económicas en que viven, se ven involucrados en el desarrollo de actividades como sicarios o en asuntos propios del crimen organizado, destacó García Salgado.
Pese a ese escenario, señaló, en los últimos años los afectados se han unido para generar alternativas de desarrollo en sus propios espacios y buscar soluciones a sus problemáticas, mencionó.El gran problema de las instituciones públicas vinculadas a este segmento poblacional es que no han logrado diseñar una política de Estado única, evaluada, que sea incluyente, es decir, que se fortalezca con la participación de los jóvenes, sugirió el académico.Es necesario evitar que estas estrategias se conviertan en medidas sectorizadas a través de las cuales sólo se busque cubrir las demandas inmediatas de algunos grupos.A su vez, los jóvenes tienen el gran reto de ser reconocidos como una población que vive su presente.
“Se debe admitir que tener dicha edad no es un condicionante crítico en la vida, sino una construcción social con avatares en la que ellos mismos puedan colaborar para dar solución a sus problemas”.
Problemas que padecen los jóvenes tanto de las ciudades como del campo. Es el caso, según la Confederación Nacional Campesina, de la mitad de la fuerza juvenil que se encuentra en el desempleo, está agobiada por el déficit de las instituciones educativas y el auge de la delincuencia organizada que se les ofrece como opción.
En su mensaje por el Día Internacional de la Juventud, destacó que ese sector representa la cuarta parte de la población del país, pero el 54 por ciento no llega siquiera a terminar la secundaria.
De los 500 mil mexicanos que cada año migran a los Estados Unidos, 72 por ciento es menor a los 29 años, y de acuerdo con estudios de la UNAM, de cada dos millones 400 mil niños que anualmente ingresan a la primaria, sólo llegan a la universidad 20 mil.
Su futuro es “preocupante”, consideró la CNC, ya que 90 por ciento de los jóvenes esta en pobreza y hasta ahora su único destino es sumarse a la criminalidad, la migración o al comercio informal.
De los egresados universitarios sólo el 10 por ciento logra conseguir un trabajo lo que desemboca en un creciente número de suicidios entre la población joven o bien en un aumento mayor al cien por ciento en los últimos seis años de la drogadicción en este sector mexicano.
A su vez, el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) y el Instituto de la Juventud del Distrito Federal (INJUVE), consideraron que los jóvenes son el sector de la sociedad, quienes están construyendo al México contemporáneo, “hay que sumarnos a esta generación, porque tenemos una oportunidad histórica”.
Agregó que nuestro país es joven ya que más del 55 por ciento de la población es menor de 29 años, y “somos los jóvenes los que vamos a cambiar la trayectoria de la nación, porque estamos haciendo la diferencia”.
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