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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de septiembre de 2020.- Al rendir cuentas sobre el estado que guarda la política social impulsada por el Gobierno federal, el titular de la Secretaría de Bienestar, Javier May Rodríguez, reiteró los tres principios fundamentales en los que basa sus acciones: la integralidad, el humanismo y el impacto positivo en los sectores más vulnerables.
Lo anterior, a través de una administración austera y de permanente combate a la corrupción, que ha sido el principal lastre para alcanzar el bienestar de los mexicanos olvidados durante los últimos 30 años.
En su comparecencia con motivo del Segundo Informe de Gobierno, el funcionario federal aseguró que la política social no se limita a los programas específicos de la Secretaría de Bienestar, sino que se articulan por los esfuerzos sectoriales de las instituciones que atienden aspectos como la salud, la educación, la auto suficiencia alimentaria, el cuidado al medio ambiente, el empleo, el desarrollo rural y la conformación de entornos seguros para la mejora de la calidad de vida de todos los mexicanos.
Al abundar sobre la política de Bienestar en el país, a través de la ejecución de los programas sociales de la dependencia, afirmó que para lograr el cambio verdadero es necesario coordinar el conjunto de las tareas sociales que despliega el gobierno en una misma dirección: reducir la indignante desigualdad basada en privilegios de pocos y la miseria de muchos.
En su primera intervención, May Rodríguez reiteró los objetivos de la coordinación intersectorial: avanzar en una sociedad de derechos, donde se pueda garantizar una buena alimentación; acceso a mecanismos para la adquisición de vivienda digna; mejorar el entorno familiar y comunitario; procurar la generación de servicios básicos de calidad; promover un modelo de desarrollo económico que mejore la calidad del empleo; conducir y diseñar propuestas viables de infraestructura social básica.
Además, mejorar el acceso a caminos de interconectividad; cumplir con el ofrecimiento del Presidente de tener acceso universal a Internet; formar a las comunidades de los servicios financieros necesarios; y garantizar lugares de recreación y acceso a la cultura en todas sus expresiones.
Ante los senadores integrantes de la Comisión de Desarrollo y Bienestar Social, aprovechó para criticar a los gobiernos anteriores que no concebían la responsabilidad moral y humanista de garantizar las necesidades básicas de la población.
El Secretario de Bienestar fustigó a las administraciones pasadas que consideraban a la pobreza como un efecto colateral inevitable, que solo era posible de paliar a través de programas clientelares.
“Esa visión de antes, se guiaba por la simulación de una enorme corrupción que solo profundizaron las indignantes brechas de desigualdad y aumentaron el número de personas que viven en la pobreza”, dijo al afirmar que el actual gobierno tiene en el centro de su atención a los ciudadanos.