Cae El Cholo Palacios, presunto jefe de plaza de Guerreros Unidos
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de diciembre de 2018.- Miles de personas integrantes de diversas organizaciones campesinas mantienen bloqueado los accesos a la Cámara de Diputados, donde no permiten la entrada o salida de legisladores ni trabajadores, y algunos, incluso, han amenazado con tener cerrado hasta el domingo.
Desde la mañana de este viernes, diversas organizaciones campesinas comenzaron a llegar a las inmediaciones del recinto legislativo, en protesta por el recorte presupuestal al campo y exigiendo ser escuchados por los legisladores para pedir que se rectifique los recursos que se destinarán a este sector del país tan castigado.
Así, las calles que rodean el recinto legislativo, Zapata, Eduardo Molina, Sidar y Rovirosa, y Congreso de la Unión, se encuentran cerradas a la circulación, solo se puede ver más de cien camiones de pasajeros que han trasladado a los manifestantes, quienes ya instalaron carpas, casas de campaña, o incluso, en el piso han extendido cartones para sentarse.
En diferentes puntos las mujeres preparan la comida: frijoles, chuletas, mole, agua de sabor, todo para alimentar a los aproximadamente cuatro mil hombres mujeres y niños que hasta el momento han llegado a este lugar.
Y para relajar más la espera, ya hicieron la tradicional posada justo afuera de la entrada principal de la Cámara de Diputados, sobre la Avenida Congreso de la Unión, y como peregrinos pidiendo posada, que no les han dado, sacaron las piñatas repletas de fruta para cumplir con la tradición.
Mientras que adentro del recinto legislativo, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública se mantiene a puerta cerrada, analizando el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2019, donde deberán considerar un cambio en el rubro del campo, pues la amenaza de los manifestantes, es que no se irán sin una solución a sus demandas.
Trabajadores que pretenden salir, deberán esperar, pues los manifestantes se ponen agresivos y señalan que no dejarán irse a nadie hasta el domingo, incluso, la comida ya empezó a ser necesaria, pues en los restaurantes al interior de la Cámara se ha terminado y los campesinos tampoco permiten que se compre y pase alimento por las rejas del recinto.
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