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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de noviembre de 2016.- La eventual renegociación o salida por parte de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio (TLC) Norteamericano, según lo pretende su próximo presidente, Donald Trump, “debe ocuparnos pero no preocuparnos”, afirmó el diputado Waldo Fernández González.
Urgió a fortalecer el mercado interno, buscar nuevos aliados comerciales en otras naciones y tener liderazgos positivos en todos los niveles de gobierno como temas a desarrollar, sea que se renegocie o no el tratado, sea que Estados Unidos se salga o no de él.
Insistió en que los mexicanos y sus instituciones no pueden ni deben sujetarse a lo que haga o deje de hacer un agente externo, en este caso Trump o su gobierno, sino preocuparse de lo que pueden hacer por sí mismos.
La solución para nuestros problemas –agregó- no llegará de Estados Unidos, Canadá, Alemania o cualquier otra nación, sino de nosotros y eso es lo que debe preocuparnos.
“Primero que nada, debemos fortalecer nuestro mercado interno. Eso es básico”, reiteró y añadió que a ello debería contribuir el ejercicio del Presupuesto de Egresos y la Ley de Zonas Económicas Especiales, particularmente en regiones donde no hay un crecimiento sostenido.
México además debe buscar nuevos aliados comerciales y fortalecer la relación con los que ya lo son, porque “la política exterior de un país es el 50 por ciento de su política interior”, y nuestro país tiene muchas fortalezas, como en turismo, y es muy atractivo para los inversionistas extranjeros.
También –agregó– requerimos una clase política mexicana responsable, con madurez y capaz de generar liderazgos positivos.
“En Estados Unidos se sacaron trapitos al sol muy fuertes, pese a lo cual la señora Hillary Clinton reconoció su derrota. Entonces, debemos aprender, reconocer y entender -desde los cargos menores de una diputación local o una presidencia municipal hasta lo que se viene en el 2018-, que es una responsabilidad de la clase política generar liderazgos positivos, y se empieza reconociendo cuando se gana y también cuando se pierde”, puntualizó.
En el caso de una eventual renegociación del TLC, exhortó a reconocer áreas de oportunidad con miras a incluir temas del interés de México.
Reconoció el derecho de cualquiera de las partes firmantes de este convenio, como en cualquier contrato, a retirarse si es su deseo, porque finalmente se trata de un pacto de voluntades, en este caso, de México, Canadá y Estados Unidos.
Aunque las tres naciones han sido beneficiadas por este convenio –dijo-, también es cierto que mantienen diferencias y divergencias que no sólo a Estados Unidos conviene replantear y renegociar, sino también a las otras dos naciones, como el tema del autotransporte por parte de México.
En última instancia, si Estados Unidos decide abandonar el TLC, está obligado, como nación, a cumplir ciertos protocolos y procedimientos legales porque la decisión no sólo compete a su presidente, sino también a su Congreso, el cual –por cierto– deberá evaluar cómo le afectaría a la nación ícono del libre mercado y a sus convenios internacionales asumir una política proteccionista.
En cualquier escenario, reafirmó, “la solución para México está en nosotros; no llegará del exterior. Trabajemos para mejorar nuestras condiciones generales, desarrollemos nuestros mercados internos y aprovechemos esta área de oportunidad histórica que se presenta con algo que ya no se menciona mucho o que incluso genera risa en algunos: nuestro nacionalismo, nuestro patriotismo. Es momento de sacar la casta y decir por qué somos mexicanos y estar orgullosos de ser mexicanos”.