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Un policía y 4 civiles lesionados, saldo de enfrentamiento en Uruapan
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de septiembre de 2017.- Tal como se anunció horas antes, el subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación (Segob), Felipe Solís Acero, entregó el Quinto Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, sobre el estado general que guarda la administración pública del país.
En una breve e inusual ceremonia protocolaria, el secretario general de la Cámara de Diputados, Mauricio Farah Gebara, recibió el documento para cumplir formalmente con la obligación del Presidente de la República, contenida en el artículo 69 de la Constitución.
Solis Acero, se limitó a describir el contenido del paquete en un acto de entrega-recepción que apenas duró un par de minutos, sin la presencia de los coordinadores parlamentarios de las principales fuerzas políticas, como se acostumbraba a hacerlo.
Por la reforma de 2008 al artículo 69 que exime al Presidente de la República acudir al Congreso de la Unión, este año la ceremonia quedó apocada por la incertidumbre que se vive en la instalación de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, desdeñó acudir a entregar el Informe como solía hacerlo los últimos años.
Desde el 1 septiembre de 2007, el Poder Ejecutivo ha tenido momentos de tensión con el Poder Legislativo por los partidos de oposición que lo convirtieron en blanco de ataques, burlas y abucheos.
Desde entonces, ningún Ejecutivo federal ha pisado el Palacio Legislativo de San Lázaro.
El presidente Felipe Calderón fue el último que lo entregó personalmente ese año, bajo el escándalo de las elecciones de 2006 que se extendieron hasta ese el mes de septiembre.
El descontento de la izquierda por los resultados electorales y un supuesto fraude obligaron a que el presidente panista llegara al recinto de San Lázaro a entregar el documento.
Calderón Hinojosa ni siquiera pudo dar un mensaje como se acostumbraba desde décadas atrás.
No fueron más de cinco su presencia en el Congreso para presentar su Informe de Gobierno.
La figura del Presidente se había desgastó un año antes con un momento de tensión cuando el presidente Vicente Fox intentó acudir al Congreso de San Lázaro a presentar el último informe de su gobierno, pero los resultados electorales de 2006 tuvieron consecuencias.
Legisladores del PRD acusaban a Fox Quesada de haber metido las manos en la contienda electoral presidencial para favorecer a su correligionario Felipe Calderón, quien venció a su contendiente Andrés Manuel López Obrador por menos de un punto porcentual.
Fox sólo pudo llegar hasta la puerta del edificio ante la toma de tribuna de los perredistas, entregó el documento a la Mesa Directiva y se marchó del recinto, sin que fuera posible dar lectura al mensaje que había preparado para la ocasión.
Desde la Constitución de 1917 hasta hace 10 años, cada 1 de septiembre era conocido de manera no oficial como el Día en el que el Ejecutivo federal acudía al Congreso en una oportunidad única para atraer toda la atención del país a fin de rendir cuentas sobre todas las decisiones tomadas durante ese año en curso.
Los Presidentes recorrían las calles vitoreados y leían discursos oficialistas con un intenso despliegue mediático.
Ya no queda más de esa figura presidencial y del tradicional respeto implícito que existía en la función de la política del país.
Se ha ido desgastando por temas de desempeño en la economía, seguridad y la manera en que llegan al poder con cuestionables resultados electorales.