Dejan en prisión a Marilyn Cote, acusada de psiquiatra falsa
CIUDAD DE MÉXICO 11 de abril de 2019.- Dejando de lado los reclamos, rencores y resentimientos causados por la conquista española, este jueves la mayoría de los diputados celebraron los 500 años de la fundación del primer ayuntamiento la ciudad y Puerto de Veracruz, donde destacaron el nacimiento de una nueva nación que, si bien se vio conquistada, también recibió importantes aportaciones políticas y culturales.
Durante la Sesión Solemne para conmemorar la fundación del ayuntamiento de la Villa Rica de la Vera Cruz, el 22 de abril de 1519, los legisladores no dejaron pasar la oportunidad de hacer referencia o señalar las declaraciones recientes del presidente López Obrador en el sentido de pedirle a España que ofrezca disculpas a México por las vejaciones y arbitrariedades que hicieron en contra de nuestros antepasados.
María Roselia Jiménez fue prácticamente la única diputada que siguió el reclamo de perdón por parte de España,y reclamó que no hay nada qué celebrar, pues, secundando las palabras del jefe del Ejecutivo, aseguró que los españoles solo llegaron a cometer abusos contra los pueblos originarios y que hasta ahora siguen sufriendo por ello.
«Afirmo que los pueblos originarios no tenemos nada, absolutamente nada qué celebrar, a partir del 2 de abril 1519, hace 500 años, millones de pobladores de estas tierras, fueron víctimas de un aniquilamiento sistemático con el único propósito de apoderarse de las tierras y de los recursos naturales del subsuelo, el oro y la plata en particular.
«(…) Hoy, a 500 años del inicio de La Conquista, los pueblos originarios seguimos viviendo en la explotación, marginación, imposición, discriminación; A 500 años del inicio de la invasión-imposición, los pueblos originarios no podemos dar ni perdón ni olvido, por eso nos sumamos a la propuesta del presidente, compañero Andrés Manuel López Obrador, para solicitar que la Corona española ofrezca disculpas al pueblo de México, a los pueblos originarios por tanto dolor, sangre y sufrimiento en la autorización de esa invasión que sus antepasados dieron”, aseveró.
Sin embargo, la mayoría coincidió en señalar que son eventos que son parte de la historia y el origen del país, de los cuales hay que aprender y ahora, dejando atrás todo ello, es momento de construir hacia el futuro, con orgullo de nuestros orígenes.
“No podemos seguir trabados en el pasado, no podemos seguir negándonos a dar la vuelta a la página, es el momento, con este tipo de celebraciones, que tenemos que tomar conciencia, hacer una profunda reflexión y desde ese punto empezar a construir el futuro que necesita urgentemente este país.
«Hoy hablamos de un estado y de una ciudad con riquezas incalculables y un legado que tenemos no solo que valorar, sino que es nuestra obligación retomar lo mejor para así honrar la memoria de todos aquellos que dieron su vida amando y soñando con un lugar donde realizar sus anhelos y aspiraciones”, sostuvo el diputado de Encuentro Social, Ricardo de la Peña.
La legisladora del PRI, también veracruzana, Anilú Ingram, criticó la postura de la petista en el sentido de que no hay nada qué celebrar, y señaló que los veracruzanos deben sentirse orgullosos de sus raíces y reconocer que somos producto de un mestizaje que empezó hace 500 años y que ha dejado muchos legados a la vida del país.
“Hay algunas voces que aseguran que no hay nada que celebrar y que, por el contrario, debería ser una fecha fatídica en el calendario de la historia nacional, sin embargo, los veracruzanos nos sentimos orgullosos de ser un pueblo que proviene por tres raíces: la española, la africana y la indígena. Somos por ende producto del mestizaje, del encuentro no de dos, sino de tres mundos; para nosotros esos 500 años no son solo para mirar hacia atrás, son la fecha propicia para analizar hacia dónde vamos”, enfatizó.
La panista Mariana Dunyaska García reconoció las grandes figuras en los ámbitos políticos, deportivos, culturales, artísticos que son de origen veracruzano, donde destacó a ocho presidentes de la República, el beisbolista Beto Ávila, el futbolista Luis Pirata Fuente, un gran pensador como Salvador Díaz Mirón, Francisco Javier Clavijero, una precursora de la cultura como la doctora Ida Rodríguez Prampolini, y la voz inigualable de Toña La Negra, entre otros.
“Exhorto a todas y todos a reconocer que hemos sido la puerta de entrada y salida de los productos de nuestro país, a reconocer en Veracruz la cuna y origen de México, y a través del cauce de sus ríos, desde la Villa Rica de la Veracruz, se ha diseminado una fértil semilla de sonrisa cálida y amor incondicional que le tenemos a esta tierra mexicana.
«Abrimos los brazos con amor, con la calidez de los veracruzanos a migrantes, africanos, alemanes, libaneses, españoles, italianos, judíos y asiáticos, y todos fueron recibidos en la puerta de mar con amor en esta fusión de culturas”, subrayó.
Durante la Sesión Solemne se proyectó un video donde se hace una reseña histórica desde la llegada de Hernán Cortés, así como las batallas que le han dado el nombre de la cuatro veces heroica ciudad de Veracruz.
Se destacó la importancia en materia comercial y como entrada de dos culturas, la europea con los españoles, y la africana, con la llegada de los esclavos, y que son la raíz de lo que hoy es el estado de Veracruz.
“En Veracruz inicia la época colonial de España y México, y es en 1825, tras la consumación de la Independencia, que da fin a esta etapa, cuando la Armada mexicana logra expulsar al último reducto español del Fuerte San Juan de Ulúa, y son los habitantes y Ejército apostado en Veracruz quienes resisten en 1838 el ataque de la Armada francesa, durante lo que se llamó La Guerra de los Pasteles, y una nueva embestida, ahora de Estados Unidos, en 1847, que rebasaba en miles a los efectivos nacionales.
«En 1914, en plena Revolución Mexicana, un nuevo desembarco de tropas estadounidenses fue resistido por los trabajadores del puerto, por las mujeres y las monjas que curaron a los heridos. Sitio estratégico para la guerra y el comercio.
«A través de sus aguas entraron y salieron también nuevos productos que irían a España y que vendrían de Europa, posibilitando un intercambio no solo de mercancía y avances tecnológicos, sino de ideas y costumbres, tradiciones, artes y ritmos que enriquecieron de diferentes maneras a la cultura mexicana y las culturas del mundo”, se explicó.