Transparencia, el reto de la transición al Inegi y la reforma necesaria
XALAPA, Ver., 2 de enero de 2019.- El día 3 de enero de 1920, ocurrió un sismo con magnitud aproximada de 6.4 con epicentro en Quimixtlán en el estado de Puebla, aproximadamente a unos 32 kilómetros al suroeste de la ciudad de Xalapa, Veracruz.
Conocido como el sismo de Xalapa, ha sido caracterizado como uno de los sismos corticales intraplaca que más víctimas humanas ha causado en México; se habla de 650.
Se registró a las 22:25, hora local, fue sentido fuertemente en la Ciudad de México y ocasionó graves daños en la capital del estado, Coatepec y Teocelo, Huatusco, Orizaba, y otros municipios.
De acuerdo a información del Servicio Sismológico Nacional, probablemente se debió a una falla local relativamente superficial con una profundidad no mayor que 10 kilómetros.
Este sismo de Xalapa de 1920, y el de Acambay de 1912, ponen de manifiesto el peligro sísmico que existe en la Faja Volcánica Trans Mexicana, donde existen varias fallas activas que han provocado temblores importantes en el pasado.
Por su magnitud y sus características tectónicas, presentó algunas numerosas réplicas de menor magnitud durante 48 horas después del sismo.
En la Ciudad de Xalapa, Veracruz, algunas construcciones sufrieron daños ocasionados por el movimiento propio del sismo, pero la verdadera catástrofe ocurrió cuando una avalancha de lodo, provocada por el mismo sismo, sepultó varias poblaciones.
También hubo una serie de deslizamientos y derrumbes en las montañas, alumbramiento de manantiales, inundaciones de lodo, hundimientos locales, y severos daños materiales en la zona epicentral y sus cercanías.
Se calcula que este evento sísmico causó la muerte de aproximadamente 650 personas. Los municipios de Teocelo y Coatepec también tuvieron daños significativos
Más información en Quadratín Veracruz