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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de junio de 2020.- Los sistemas alimentarios están fallando y la pandemia del Coronavirus agrava la situación, advirtió António Guterres de las Naciones Unidas, por lo que urgió a tomar medidas inmediatas para evitar una emergencia alimentaria mundial con repercusiones de largo plazo para cientos de millones de personas.
La crisis generada por el Covid 19 aumentará rápidamente la cantidad de personas que sufren hambre o desnutrición, alertó durante la presentación este martes del Informe de políticas sobre la seguridad alimentaria, que analiza el impacto de la pandemia de la epidemia en el ámbito de la alimentación y la nutrición.
Guterres aseguró que más de 820 millones de personas pasan hambre en un mundo que cuenta con alimentos más que suficientes para sus 7800 millones de habitantes.
“Nuestro sistemas alimentarios están fallando y la pandemia de enfermedad por coronavirus está empeorando aún más las cosas”, dijo António Guterres, advirtiendo que si no se toman medidas urgentes, la inminente emergencia alimentaria mundial podría tener repercusiones a largo plazo para cientos de millones de personas.
En la actualidad, unos 144 millones de niños menores de cinco años, es decir el 20% de los niños del mundo, tienen retrasos del crecimiento por desnutrición.
El Secretario General de las Naciones Unidas dijo que la crisis debida a la pandemia de Covid 19 podría empujar a la pobreza extrema a 49 millones de personas más este año y aumentará las cifras de hambre con gran velocidad.
Tres conclusiones claras
Las conclusiones del informe, explicó el Secretario General, son tres y muy claras:
1.- Debe haber una movilización para salvar vidas y
medios de subsistencia, sobre todo donde haya mayor riesgo, lo que implica la
designación de los servicios alimentarios y de nutrición como esenciales, así
como la protección adecuada a los trabajadores del sector de la alimentación.
También quiere decir mantener la asistencia humanitaria a los grupos más
vulnerables y llevar alimentos a los países con crisis alimentaria. Por su
parte, los gobiernos tienen que apoyar más la producción, el transporte y la
comercialización de comida en los mercados locales, además de asistir a la
población más pobre y atender las necesidades de liquidez de los pequeños
productores y las empresas rurales.
2.- Hay que reforzar los sistemas de protección social para la nutrición por medio de programas nacionales que salvaguarden el acceso a alimentos seguros y nutritivos, especialmente para los niños y otros grupos de riesgo. En este punto se incluye el apoyo a los niños que ya no reciben las comidas escolares.
3.- Se debe invertir en el futuro para construir un
mundo más inclusivo y sostenible con sistemas alimentarios que atiendan
mejor las necesidades de los productores y trabajadores del rubro y que,
además, brinden un acceso más justo a alimentos sanos y nutritivos a toda la
población para así poder erradicar el hambre.
Los sistemas sostenibles suponen una relación equilibrada y armónica con la
naturaleza. Actualmente los sistemas alimentarios producen hasta el 29% de las
emisiones de gases de efecto invernadero y afectan la biodiversidad.