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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 11 de abril de 2017.- Suman 64 años ininterrumpidos sobre la tradicional Procesión del Silencio en esta capital, en donde se espera una afluencia de 200 mil espectadores.
Convertida en Patrimonio cultural de San Luis Potosí hace cinco años, es el único lugar en el mundo donde se procesionan las catorce estaciones del viacrucis con cinco misterios dolorosos la noche del viernes santo en absoluto silencio, participan más de dos mil personas, entre mujeres, hombres, niñas y niños.
Y cuyo recorrido entre las principales calles del centro histórico es de tres horas aproximadamente, detalló, en entrevista vía telefónica para Quadratín México, la presidenta de la Asociación Civil, Tradiciones Potosinas, María Guadalupe Romo López.
Nosotros nos inspiramos –dijo– sobre todo en la evidencia por la devoción de los toreros de Sevilla, España, aquí es totalmente Andaluza. La peregrinación eminentemente católica la inicia el Carmelita Monseñor Nicolás García; tres años después el extinto escritor y sacerdote Joaquín Antonio Peñaloza la empieza a transmitir por la radio en XEDM.
“Yo empecé desde los inicios con mi hermano, le decía ven, vamos a ver y participar con los toreros. Es mi afición la fiesta brava y mi devoción por supuesto, a la Virgen, ha sido una larga trayectoria y a mis 80 años continuamos con salud”, se ufana quien cariñosamente se le conoce como Lupita Romo.
Con sólo tres colaboradores, la membrecía de Tradiciones Potosinas, “nos damos a la tarea de organizar con mucha anticipación el evento, los colaboradores apartan un espacio para las juntas porque trabajan, y usualmente nos encargamos de los demás mi sobrina Teresita y una servidora. Bajo la coordinación de Jacinto Gutiérrez, hay un Pregonero y un saetero en cada balcón de la ciudad al paso de la procesión, que rompen con el mutismo hablando a cada imagen.
Durante las catorce estaciones desgajando el silencio se oyen los rezos de pregoneros en los altavoces que cimbran y retumban suavemente los sentidos en cada palco donde se sitúan:
«Dando una gran voz, inclinó la cabeza y expiró. En las manos de su padre había puesto su espíritu; y en la de los hombres, su perdón, su sangre y su madre. Todo lo había consumado. Nada más podía hacer ya. ¿Me parece poco? ¿Nos parece poco?… ¿nos parece poco la sangre y la muerte de Dios? Él lo sabía, y desde su cruz nos miró enternecido: ¡Sitio! {Tengo sed}”, se escuchan esas voces cada año haciendo eco entre la noche, ante la expectación de los concurrentes.
Guadalupe Romo relata que a diferencia de la procesión local –entre otras de este país– en España se presentan más de sesenta procesiones en diversas ciudades, con dos o tres mil devotos en cada una de ellas, “allá hay euforia y aplausos a la virgen de la Macarena. Los participantes se separan de la peregrinación y por momentos, pasan a los bares, se refrescan para continuar con la tradición, señaló la perseverante octogenaria.
Entretanto diversas dependencias de gobierno del estado informaron recién sobre su responsabilidad y actividades durante el periodo vacacional de la Semana Mayor, en la que se incluye el reforzamiento de la seguridad a la ciudadanía, al turismo nacional y del extranjero en diversos puntos del interior de la entidad. Hay un abultado programa de actividades de recreación, culturales y deportivas en los principales escenarios de la ciudad y en las cuatro regiones de San Luis Potosí.