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GINEBRA, 10 de septiembre (Quadratín México).- El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) denunció que las fuerzas del régimen sirio estarían sometiendo a la población civil a un “castigo colectivo”, lo que constituye un crimen de guerra o contra la humanidad.
La titular del ACNUDH, Navi Pillay, mostró alarma porque, de acuerdo con recientes informes, un gran número de “casas en zonas de Damasco están siendo demolidas -un acto que bien puede equivaler a un castigo colectivo y constituye un crimen de guerra o un crimen contra la humanidad”.
“Las fuerzas sirias siguen usando armas pesadas en zonas residenciales y densamente pobladas, además utilizan cada vez más helicópteros y aviones en ataques indiscriminados contra la población civil en zonas urbanas, así como combatientes armados de la oposición”, indicó.
En un acto efectuado en el marco de la XXI sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Pillay dijo que “la situación se ve agravada por las fuerzas de oposición que operan desde dentro de las áreas residenciales y también están fuertemente armados”.
Recordó que los abusos contra los derechos humanos están “a la orden del día” y han llegado al punto en que los asesinatos masivos, ejecuciones sumarias y la tortura “se convierten en la norma”.
Además, agregó, la situación humanitaria se deteriora rápidamente con decenas de miles de civiles que ahora sufren escasez de alimentos, agua, electricidad, falta de empleo y otras necesidades básicas.
Pillay denunció asimismo que las violaciones graves de los derechos humanos internacionales y del derecho humanitario que siguen teniendo lugar son perpetradas tanto por el régimen del presidente Bashar al-Assad como por la oposición.
“Miles de personas han sido asesinadas, miles resultan heridas a casi todas las horas de todos los días”, lamentó.
En su opinión, el “fin del conflicto no está a la vista”, por lo que apoyó la gestión del nuevo enviado especial de las Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Lekhar Ibrahimi.
Pillay reiteró su petición a la comunidad internacional para unir esfuerzos con el fin de que todos los perpetradores de crímenes de guerra y lesa humanidad sean juzgados por la ley internacional.
Instó a los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a referir el caso de Siria a la Corte Penal Internacional (CPI).
“Cuando un Estado no protege a su población de los graves crímenes internacionales, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de intervenir mediante la adopción de medidas de protección de manera colectiva, oportuna y decisiva”, recordó.
La comunidad internacional debe asumir sus responsabilidades y actuar al unísono para evitar violaciones adicionales como el suministro de armas, ya que el resultado serán más civiles muertos y más heridos, mencionó.
Además, en los casos de violaciones graves que constituyen crímenes en virtud del derecho internacional, los Estados tienen la obligación de investigar y si hay evidencia suficiente, los Estados también tienen la obligación de enjuiciar a los responsables de las violaciones, abundó.
Subrayó que remitir el caso de Siria a la Corte Penal Internacional dejaría muy claro a todos los perpetradores de la violencia “que no escaparán a la justicia y tendrán que rendir cuentas”.
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