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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de octubre de 2019.- Mientras que legisladores de EU presionan con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el Gobierno de México, a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), afirmó que continuará con la política de recuperación del salario mínimo.
Así como con los programas sociales y acciones institucionales para el mejoramiento de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores del país, y desarrollando además con paso firme la implementación de la Reforma Laboral, dijo Alfredo Domínguez Marrufo, subsecretario del Trabajo de esta dependencia.
Al declarar instalada la Convención de la Revisión Salarial del Contrato Ley de las Industrias Azucarera, Alcoholera y Similares de la República Mexicana, en representación de Luisa María Alcalde Luján, secretaria del Trabajo, Domínguez Marrufo recordó los tres principales ejes del nuevo modelo laboral:
Transición de las Juntas de Conciliación y Arbitraje a Tribunales Laborales, adscritos al Poder Judicial, a partir del voto libre, personal, secreto y directo, con el que los trabajadores deberán elegir a sus dirigentes sindicales y el rescate de la negociación colectiva auténtica, a partir de que con las nuevas reglas los trabajadores por mayoría deberán aprobar tanto los nuevos Contratos Colectivos de Trabajo, así como la revisión de los mismos cada dos años, destacando la creación del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral.
Reiteró ante los empresarios, directivas sindicales y trabajadores que las reformas a la Ley no bastan, ya que son tan solo el cimiento y juntos tienen que caminar hacia la acción, el cumplimiento de las normas, por lo que pidió la participación de todos los involucrados para que la Reforma Laboral logre su implementación.
El funcionario federal reconoció la importancia de la industria azucarera para el país, que tiene más de un centenar de años, conformada por 52 ingenios, con presencia en 15 estados de la República Mexicana.
Añadió que al tener relación directa con productores, cortadores de caña y transportistas representan impactos económicos para más de 300 mil mexicanos.
“Consideramos que los ingenios son un importante polo de desarrollo, pues contribuyen a la economía de nuestro país y de cada una de las entidades federativas en donde éstas se encuentran, constituyendo una de las agroindustrias más importantes de México”, expuso.
José Ángel Ponce García, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera, Alcoholera y Similares de la República Mexicana, mostró el apoyo del gremio para lograr la implementación del nuevo modelo laboral y aseguró que están dispuestos al diálogo permanente para conciliar los temas de la industria.
Agregó que desde su creación se han regido por un Contrato de Ley, en el que siempre se ha ejercido la democracia sindical, lo que les ha ayudado a avanzar para lograr mejoras salariales y laborales.
Carlos Seoane Castro, de la Unión Nacional de Cañeros, aseguró que esta industria en México tiene una derrama económica en más de 267 municipios y aporta el 1.93 por ciento del PIB manufacturero, representa el 14.83 por ciento del PIB agropecuario de México y el 8.71 por ciento del PIB de la industria alimentaria.
“El azúcar que producimos compite en un mercado abierto, por lo que resulta un reto fundamental elevar la productividad para mantener la competitividad en nuestro sector”, concluyó.