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CIUDAD DE MÉXICO, 12 de agosto de 2016.- Deserción escolar, falta de empleos bien remunerados y de calidad, pocas opciones recreativas y productivas, exclusión y discriminación, son los problemas que enfrentan 38.3 millones de jóvenes mexicanos de 12 a 29 años, motivos que los privan de cualquier oportunidad posible de superación, aseguró el director del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), José Manuel Romero.
Son estos desafíos los que deben tener respuestas concretas e inmediatas: “los jóvenes no quieren más discursos, sino hechos traducidos en posibilidades que abatan sus rezagos y desigualdades”, expresó ante el presidente Enrique Peña Nieto, enmarcados en la conmemoración del Día Internacional de la Juventud.
En un acto celebrado en el Salón Adolfo López Mateos de la Residencia Oficial de Los Pinos, Manuel Romero enfatizó que otros signos comunes de la juventud mexicana son el dinamismo, los deseos de superación, insatisfacción con su entorno, pero siempre con ganas de transformar.
En su intervención previo a la entrega del Premio Nacional de la Juventud 2016, aseveró que por ello los jóvenes se refugian en el individualismo y el desencanto, aunque buscan vincularse entre sí y con la sociedad, de formas virtuosas, a veces, y perversas en otras.
“Tenemos jóvenes rebeldes e inconformes. Rebeldes porque es el sello de esta etapa de la vida, e inconformes pues experimentan el impulso natural de modificar las circunstancias de su tiempo”, dijo al referirse al dicho acto de carácter histórico para los jóvenes mexicanos, pues se trata de la primera ocasión en el sexenio que se realiza en Los Pinos y con la presencia del Jefe del Ejecutivo federal.
José Manuel Romero agradeció al Presidente de la República la realización del evento en la residencia oficial, y refirió que entiende que servir a la juventud es un mandato mayor y complejo.
Al abordar los tiempos difíciles por los que atraviesa el país, destacó que el Gobierno federal decidió transformar las condiciones de los mexicanos mediante cambios de fondo, en alusión a las reformas estructurales, las cuales añadió que dan horizonte en el presente y certeza en el futuro.
Y agregó: “Hoy nos queda claro. Pensar a la juventud mexicana es acompañar, atender, escuchar, sentir y reconocer a quienes menos la perciben”.