Guardar silencio ante la violencia es normalizarla
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de junio de 2022.- En los últimos años el ciberacoso ha tenido un notable incremento en nuestra sociedad, por lo que se requieren medidas educativas, más que punitivas, a fin de acotarlo y erradicarlo, coincidieron en señalar especialistas en el Primer Foro Universitario contra la Violencia Digital en la UNAM.
Ante la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Carola García Calderón; y la titular de la Coordinación para la Igualdad de Género, Tamara Martínez Ruíz, el director General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación de la UNAM, Héctor Benítez Pérez (DGTIC), expuso:
Cifras del INEGI, correspondientes a 2020, refieren que de los 77.6 millones de usuarios de internet en México, 16.8 millones han sido víctimas de ciberacoso; de ellos, nueve millones de ataques se cometieron en contra de mujeres.
En este contexto, García Calderón manifestó que es necesario trabajar desde la academia en la libertad digital y abrir el debate para el desarrollo de políticas públicas eficientes que promuevan la seguridad, la libertad de expresión y la privacidad de grupos vulnerables, como los niños, adolescentes, comunidad LGBTIQ+, activistas, así como defensores de derechos humanos quienes se encuentran expuestos.
Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020 del INEGI, citada por la académica, la mayor proporción de usuarios de internet respecto al total de grupos de edad es de 18 a 24 años; el segundo, donde su uso está más generalizado, es de los 12 a los 17 años de edad.
“Que los jóvenes inviertan gran parte de su tiempo en la red como espacio importante de su vida cotidiana hace que las y los adolescentes sean más vulnerables a sufrir alguna violencia digital, al no contar con herramientas necesarias para hacerle frente y navegar de forma segura”, dijo.
Al hacer uso de la palabra, Martínez Ruíz consideró que hablar de violencia digital por motivos de género supone un ejercicio de reconocimiento de un sistema que es patriarcal.
“Si bien el patriarcado ha sido históricamente variable, podemos decir que en este tiempo de interconexiones sociales y sociodigitales a escala global y local, este tiene el poder de la ubicuidad, está en la vida cara a cara y se extiende a la virtualidad, sin necesidad de una copresencialidad para jerarquizar, para excluir, para dañar, tiene alcances impresionantes en las redes sociales: la desigualdad, opresión, discriminación y violencia se amplifican desde la sociodigitalidad”, abundó.