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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de diciembre de 2016.- El alcalde de Bogotá, Colombia, Enrique Peñalosa, sugirió que en proyectos ambientales polémicos se use la consulta pública, cuyos resultados no pueden ser revocados ni siquiera por el Presidente de la República o el Congreso, sino sólo por otra consulta.
El legendario alcalde, quien revolucionó en materia de movilidad la capital colombiana al impulsar el Transmilenio, un sistema de transporte que sustituyó al equivalente de los peseros en varios tramos de las vialidades, puso como ejemplo de consulta lo que hizo él, de preguntarle a los bogotanos si querían un día sin auto anualmente, a lo que ellos contestaron que sí y la medida comenzó a aplicarse desde 2015.
“Estamos tan acostumbrados a asumir que usar el carro es un derecho y cualquiera lo puede hacer y de pronto no, porque el que unos usen el carro afecta negativamente a una mayoría”, dijo.
El tema de la consulta no fue una ocurrencia y la planteó porque en Bogotá sólo el 15 por ciento de la población tiene auto, por lo que si un día dejaban de circular los autos –el primer jueves de febrero– el restante 85 por ciento de la sociedad se vería beneficiado al haber menos embotellamientos, expresó a medios de comunicación que lo entrevistaron luego de su ponencia en la cumbre C40 de alcaldes, celebrada en el hotel Hilton de la Ciudad de México.
“¿Por qué hicimos esa consulta? Porque los grupos más poderosos tienen siempre más poder y si hacíamos una consulta dejábamos amarrado eso por siempre. El Día sin auto en Bogotá nadie lo puede cambiar, ni el Presidente de la República ni el Congreso porque lo más poderoso en la democracia es el voto directo del ciudadano. En Suiza hacen consultas todo el tiempo, en los [países] nuestros no hacemos muchas, pero lo bonito es que la hice así porque así quedaba amarrado; seguramente los grupos más poderosos habrían acabado con el Día sin carro hace tiempo, pero como quedó amarrada, nadie la puede cambiar, sólo otra consulta”.
Peñalosa, uno de los alcaldes más polémicos y admirados en materia urbana, deslizó que queda pendiente el tema de consultar que diario dejen de circular en horas picos los automóviles.
“Aquí voy a decir una cosa que va a sonar herética. Si la digo en Bogotá de pronto es problema político para mí, pero la realidad es la siguiente: sólo 15 de cada 100 habitantes se moviliza en auto, en la Ciudad de México supongamos 30 por ciento. ¿Qué pasa si mañana se prohíbe el uso de carro particular dos horas en la mañana y dos en la tarde en ambas ciudades? Para quien se moviliza en carro, que es la inmensa mayoría, no se perjudica, en cambio menos tiempo de viaje es menos contaminación y menos embotellamiento. ¿Qué tal si le preguntáramos ese tipo de cosas”.