IMSS implementará módulos de atención para jóvenes y adultos con cáncer
href=»http://mexico.quadratin.com.mx/wp-content/uploads/2013/03/padres-e-hijos.jpg»>GUADALAJARA, 4 de marzo (Quadratín México).- Raúl Garza Arceo, pediatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, resaltó la necesidad de que los padres de familia estén atentos al desarrollo y atención pediátrica de sus hijos.
“Peso, talla y perímetro cefálico, son parámetros fundamentales para determinar si un niño se desarrolla adecuadamente conforme a su edad”, afirmó el experto, adscrito a la jefatura de Pediatría del Hospital General Regional (HGR) No. 110.
Comentó que si bien la herencia influyen en la talla que finalmente tendrá un individuo, hay factores externos, sobre todo asociados a la nutrición, que pueden traducirse en talla y peso bajos en proporción a la edad.
El médico dijo que, en promedio, un recién nacido tiene una talla de 50 centímetros y un peso de tres kilogramos, pero la herencia puede traducirse en diferencias hacia arriba o hacia abajo, aunque si éstas se hacen crónicas puede deberse a alguna patología o a la cuestión nutricional, sobre todo en los casos de talla baja.
Detalló que la talla al momento de nacer está condicionada por fenómenos intrauterinos, mientras que en la post natal se involucra la herencia aportada mitad y mitad por el padre y la madre.
De esta manera, el 75 por ciento de los recién nacidos se ubican dentro de un percentil muy estandarizado “hasta alcanzar su canal de crecimiento condicionado por su carga genética” y esto ocurre en la etapa post natal, aseguró.
“La herencia no solamente nos va a dar la talla final, también nos dará las proporciones corporales al final del crecimiento, secuencia de maduración, de velocidad de crecimiento y hasta la edad de la menarca (primera menstruación)”, recalcó.
Explicó que el crecimiento inicia desde la concepción y concluye al término de la pubertad, cuando el desarrollo esquelético se ha completado, de manera que al término de la gestación, “alcanzamos el cinco por ciento del peso, el 30 por ciento de la talla y el 63 por ciento del perímetro cefálico que tendremos al llegar a la adultez”.
Destacó que en el crecimiento hay tres etapas, la primera de ellas rápida que ocurre en el primer año de vida cuando sucede un incremento de 25 centímetros.
La siguiente etapa es en el segundo año cuando con el aumento de talla que es de 12 centímetros y luego, a los tres años de 10, mientras que a los cuatro años la ganancia de estatura es en promedio de ocho centímetros.
Un segundo periodo de crecimiento un poco más lento va de los cuatro años hasta la etapa prepuberal que varía entre 4.5 y siete centímetros y finalmente el tercer periodo de ganancia de estatura en los varones es de 12 centímetros por año, en tanto que en las mujeres es de nueve centímetros en el mismo periodo.
Esta última fase, señaló, dura entre uno y dos años, pero lo fundamental es que los padres estén atentos del proceso desde que el niño nace “el principal parámetro que observan los papás es el comparativo con niños de la misma edad de sus hijos que son o más grandes o más pequeños”.
Lo ideal es la visita al pediatra, en el primer año de vida cada mes y después cada año, asimismo es importante vigilar la dieta de los niños porque, reiteró, una nutrición deficiente puede alterar el proceso normal de crecimiento y desarrollo del niño.
En el programa de servicios integrados de salud (PrevenIMSS), se contempla la vigilancia del crecimiento y desarrollo del recién nacido dentro de las acciones prioritarias, siendo el aspecto nutricional uno de los puntos fundamentales.
De ahí la importancia, comentó el médico, de que al margen de las visitas al pediatra, se busque también la atención en los módulos PrevenIMSS que existen en todas las unidades de medicina familiar del Instituto en el estado, concluyó.
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