
Prohíbe Cherán las peleas de gallos
TAMASOPO, SLP., 5 de agosto de 2019.- Con absoluta impunidad, talamontes clandestinos han arrasado cerca de 400 hectáreas de bosque en la serranía de Tamasopo -un sitio poblado por indígenas Pames- para vender la madera de encino a compañías como Kansas City Southern México, donde lo usan para construir vías.
Además de esta especie han extraído durante meses el llamado Palo de Arco o Rajador, todos ejemplares que abundan en uno de los últimos bosques de niebla que sobreviven en la zona centro-norte del país, de acuerdo con estudios de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
Miguel Ángel Guzmán Michelle, asesor legal de comuneros Pames el La Palma, denunció que ha existido omisión de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y los taladores actúan impunemente, además que los habitantes indígenas no se atreven a enfrentarlos por el temor de poner en riesgo la vida.
“Parece que tuvieran permiso para delinquir porque son áreas muy grandes de arboledas y se han detectado muchas más afectaciones no sólo en el municipio de Tamasopo, sino en Rayón; la Profepa es responsable de esta situación porque los inspectores han pasado, pero parece que no ven las talas (…) de hecho hay acusaciones de la misma comunidad de que reciben sobornos”, acusó el abogado.
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