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CIUDAD DE MÉXICO, 18 de noviembre (Quadratín México).- Las piñatas “La Planta que nos vio nacer”, “Ondas” y “Arma Color” obtuvieron el primero, segundo y tercer lugar, respectivamente, del Sexto Concurso de Piñatas Mexicanas, organizado por el Museo de Arte Popular (MAP), en esta ciudad.
El jurado determinó que el primer lugar, dotado de 15 mil pesos, fuera para “La Planta que nos vio nacer”, del Colectivo los Jijos del maíz, procedente de Coacalco, Estado de México, y el segundo lugar, con 10 mil pesos, para la pieza “Ondas” de Alejandra Corona Justo, de Huejotzingo, Puebla.
Mientras que el tercer lugar, dotado de 5 mil pesos, se otorgó a María Guadalupe Tenorio Pérez, proveniente de Yautepec, Morelos, por “Arma Color”, anunció hoy el MAP, a través de un comunicado.
Los participantes procedentes del Distrito Federal, en su mayoría, y los Estados de México, Querétaro, Morelos y Puebla, hicieron gala de su imaginación y destreza en 150 piezas artesanales, las cuales estarán en exhibición en el patio del MAP, durante hoy y mañana.
Las menciones honoríficas con un estímulo de mil pesos fueron para Colectivo Taller Mantli, de Tultepec, Estado de México, por “Ajeno”; Nayeli Sánchez Becerril, de Guadalupe, Zacatecas, por “Burrito Callejonero de Zacateca”, y para Guadalupe Báez Escamilla, de Ecatepec, Estado de México, por “Molcajete”.
Además, de Claudia Ramírez Martínez, de Naucalpan, Estado de México, por “Ocelotl; La unión de la tierra con el cielo”; Sandra Espinoza Altamirano, de Cuautitlán, Estado de México, por “Huitzi-citlali”; Arturo Gómez Velasco, de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, por “Quetzalcoatls de los puntos cardinales”, y a Esteban Enrique Guzmán Cervantes, de Coacalco, Estado de México, por “Pavo Cristatus Selvaticus”.
También, Rocío Feregrino Mateo por “Teco-El búho” y el Colectivo Amastiqué–Papel Maché por “Sinvergüenza”, ambos de la capital mexicana, así como Nancy Areli Escobar Rodríguez, de Netzahualcóyotl, Estado de México, por “México inconsciente”.
Los ganadores fueron elegidos de entre 150 piezas artesanales que participaron en este certamen, cuyo objetivo es rescatar la esencia del arte popular en la fabricación de estas significativas figuras, imprescindible en las celebraciones navideñas.
Las piñatas mexicanas son muestra de una tradición y costumbre que ha perdurado a lo largo de varios siglos. Antes de la conquista española se celebraba el advenimiento de Huitzilopochtli en el mes Panquetzaliztli, que coincidía con la época en que los europeos festejaban la Navidad.
Esto hizo que las posadas o jornadas fueran una de tantas ceremonias de carácter profano-religioso que utilizaron para sustituir los antiguos ritos de los indígenas por la fe católica.
También, los indígenas mesoamericanos llevaban a cabo un juego similar al de romper la piñata, llamado “Pa’p’uul”, que significa rompe cántaro, el juego tiene origen maya.
De acuerdo con la fuente, una piñata se adquiere porque se admira su forma, su color, su belleza o su fantasía, pero su destino es ser rota para regocijo de los niños, quienes a veces recogen un pedacito de barro, papel o cartón para guardarlo junto con el botín que obtuvieron al romperla.
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