Visión financiera/Georgina Howard
El proceso electoral por la gubernatura de Tamaulipas arroja día con día datos duros de la mentira como divisa del candidato del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca bajo las siglas del PANPRIPRD, César “El Truco” Verástegui, para intentar, infructuosamente, lastimar al candidato de la 4T, Américo Villarreal Guerra, quien ha preferido que sean sus propios méritos los que hablen por sí mismo.
El alias que asumió Verástegui, quien en Twitter firma como @trucoVerastegui, lo describe de cuerpo entero. “Truco”, de acuerdo con las dos primeras definiciones del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, significa: a) “Cada una de las mañas o habilidades que se adquieren en el ejercicio de un arte, oficio o profesión” y b) “Ardid o trampa que se utiliza para el logro de un fin”.
A lo largo de la precampaña y de la campaña “el truco” ha acusado a Villarreal de estar involucrado con el fallecido empresario Sergio Carmona, a quien vincula con actividades relacionadas con el crimen organizado.
¿Cómo es posible si este empresario estuvo en vida relacionado con actividades delictivas el gobierno de Tamaulipas y “el truco” Verástegui como secretario general de gobierno firmaron contratos con Carmona hace poco tiempo, lo que da cuenta esta semana la revista Proceso? En este desencuentro, cabe resaltar tres aspectos que habría que consignar: a) Originalmente el gobierno de Tamaulipas negó una información básica, el padrón de proveedores, según el oficio SOP/DJTAIP/2022/000072 y respondió parcialmente la información requerida con el oficio DGCYOP/002/2022, lo que en sí mismo da cuenta de una vocación por la opacidad.
Esa información si se cumpliera la propia Ley de transparencia de Tamaulipas debió estar disponible de oficio; es decir, no debía mediar solicitud alguna a petición de parte; b) Es de llamar la atención que los innumerables contratos firmados por el gobierno de Tamaulipas y Carmona entre el 2018 y el 2020 sugieren la posibilidad de que haya habido actos de corrupción porque el objeto reiterado fue el rubro “mantenimiento de hospitales”.
Esta expresión es vaga y se hace con el propósito de ocultar entregables susceptibles de ser verificados. Lo genérico del objeto de muchos contratos hace poco menos que imposible saber si se pagaron los mejores precios cuidando a los contribuyentes tamaulipecos. Si se tratara de un edificio, una carretera o incluso de bienes muebles pueden ser verificados, saber si tienen las características de calidad contratada o no; y c) En pocas ocasiones el cinismo se presenta sin matiz alguno.
En realidad, alguien en su sano juicio: ¿Votaría a quien ofrece “el ardid o trampa” como sello distintivo de orgullo como extensión de su propio nombre? Bien dijo Julio Anguita: “Quien vota a los corruptos los legitima, los justifica y es tan responsable como ellos”.
@evillanuevamx