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Destaca élite de Sedena en Reto SWAT 2025 ante equipos de 46 países
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de diciembre de 2018.- Volver a las prácticas previas al neoliberalismo no funcionará; el control de precios no hará eficiente a la economía y el aumento salarial por encima de la inflación sólo podría darse con un acuerdo entre trabajadores, gobierno y empresarios, advirtió Eduardo Loría, titular del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
El especialista refirió que en México, difícilmente podrán cumplirse algunos de los objetivos en materia económica planteados por el nuevo gobierno federal, pues no sólo se requiere de voluntad política, sino de factores y conexiones específicas, propias del rubro económico.
Tras analizar las propuestas y promesas de campaña del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y apegado a estrictos factores técnicos, Loría Díaz detalló que, al importar el 75 por ciento de las gasolinas, si no se aplica un aumento en su costo, como se ha anunciado, el déficit será muy elevado.
El profesor investigador de tiempo completo en la División de Estudios de Posgrado de la FE, resaltó que el modelo económico adoptado por México, que además prevalece en gran parte del mundo, no es la única razón de nuestro lento crecimiento.
Los principales problemas que han afectado a la economía mexicana, subrayó, son la delincuencia y la corrupción, que en algunos puntos van de la mano, como en el caso del robo de combustible.
Modelo económico
“El modelo al que el Presidente llama neoliberal, y que asegura es causante de la corrupción, y la corrupción a su vez responsable del poco crecimiento y la pobreza, es una lectura lineal. El neoliberalismo simplemente dicta que los mercados deben funcionar al margen del Estado, y que éste debe respetar la actividad de los mercados y dedicarse a administrar las funciones públicas”, aclaró.
Por ello no se puede regresar a las prácticas previas al neoliberalismo: un Estado desarrollista e interventor que controla todo. “Ya se demostró que no funciona; fue útil cuando las economías eran cerradas, fue efectivo cuando no había movilidad de capitales, pero era otro mundo, muy diferente al actual”.
Volver a la política de los años 70, al desarrollo estabilizador, no es posible, y los mejores ejemplos son Argentina, Turquía y Venezuela, que han demostrado que el control de precios no es la mejor manera hacer eficiente una economía, insistió.