De norte a sur/Abigail A. Correa Cisneros
Les gusta la mala vida.
Lograron éxitos en su organización de origen.
Hasta fueron a la Escuela de Cuadros y se decían políticos ideológicamente bien formados.
Escalaron todas las posiciones: alcaldías, diputaciones locales, diputaciones federales, dirigencias estatales del Partido Revolucionario Institucional (PRI)…
Todo.
Pero cuando les negaron más impulso a sus ambiciones, renegaron de los principios profesados toda la vida y se fueron a donde está el poder.
En 2000 y 2006 el beneficiario de esa diáspora fue Acción Nacional (PAN) cuando ganaron Vicente Fox y Felipe Calderón, regresaron al priísmo con Enrique Peña y ahora son multitud con el gobierno actual y en campaña con Claudia Sheinbaum.
Eso pasa con militantes de todos los partidos pero en especial de quienes durante mucho tiempo fueron conocidos por su carrera legislativa o gubernativa en el partido tricolor.
Por eso son más notables sus casos y por eso tiene razón el efímero aspirante presidencial Samuel García, cuando fue tajante: “El PRI tiene más embajadas que gubernaturas”.
RECHAZO A DEL MORAL
El caso más reciente y de escándalo es la mexiquense Alejandra del Moral.
Se le olvidó el quehacer destructor de Morena y de repente, cuando las investigaciones sobre su administración se acercaban, apareció al lado de Claudia Sheinbaum.
No recibirá cargo, pero sí impunidad porque Morena todo lo purifica.
No esperó mucho para encontrar el rechazo de muchos morenistas, pues ayer los consejeros nacionales de ese partido en el estado de México difundieron un comunicado:
“El Movmiento de Regeneración Nacional en el estado de Mexico expresa su absoluta desaprobación a la postura de la defensora de la 4t, la doctora Claudia Sheinbaum, ante la integración de Alejandra del Moral a los trabajos para la construcción del segundo piso de la transformación…”.
Más adelante:
“…por ello hacemos un llamado a la razón y a la conciencia para reconsiderar la integración de grupos conservadores representados en la persona de Alejandra del Moral…”.
Es el signo de los priístas tránsfugas, el rechazo generalizado del movimiento renovador.
COMO ZONA DE GUERRA
1.- Los candidatos opositores de Cuajimalpa piden protección.
Poner a la alcaldía como una zona de alto riesgo por las agresiones sufridas por los grupos de choque del ex priísta Adrián Rubalcava, recién incorporado a Morena.
-No nos han dejado pintar una sola barda, no hemos podido poner un gallardete porque luego aparecen los grupos de choque y amenazan a los militantes -dice Jorge Triana, candidato a diputado federal.
Carlos Orvañanos, por segunda vez aspirante a alcalde, respalda los dichos y presume la caída de los morenistas: “La mitad de ellos se han sumado a nuestro movimiento”.
Están hartos, dicen los dos, de las extorsiones y prsiones de Los dragones, como engloban a “los grupos de choque de Rubalcava que operan desde dentro de la alcaldía”.
Es tal la situación, precisa Triana, “que la Guardia Nacional me mandó dos elementos de protección y al medir el riesgo lo incrementó a seis. Es una zona de alta peligrosidad”.
Y 2.- los morenistas distribuyen la especie de división en el frente opositor, encabezado por Alessandra Rojo de la Vega.
Aseguran tener lista la victoria de Caty Monreal.