Itinerario político/Ricardo Alemán
Hubo un compromiso expreso:
Andrés Manuel López Obrador no viajará al extranjero como los presidentes anteriores.
Sea por convicción o miedo a los aviones, el tabasqueño solamente asistirá en casos absolutamente necesarios.
En este lineamiento están los mil y un encuentros anuales de tipo hemisférico, cultural y comercial e inclusive las asambleas generales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Esto no afecta, pues en la sede de Nueva York se dicen mil discursos sin mayor trascendencia mediática u operativa, no importa si son muy encendidos o con referencia a asuntos domésticos.
En abono de López Obrador debe decirse: Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña fueron al extranjero para conceder entrevistas sobre conflictos internos y generar escándalos.
Como el de Macuspana prometió concentrarse en las necesidades del país, el encargado de los asuntos en el extranjero sería, obvio, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Pero…
Carta sin la Cancillería
No es necesario viajar para hacer diplomacia.
Por ejemplo, el diálogo con Donald Trump fluye vía telefónica y son otros personajes –el canciller Marcelo Ebrard, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y demás– quienes detallan la relación con funcionarios estadunidenses.
Salvo casos especiales.
Por ejemplo, la exigencia al rey de España, Felipe VI, de disculparse ante México los la conquista… ¡hace 500 años!
Luego de la difusión del texto, Andrés Manuel López Obrador avaló:
«Envié una carta al rey de España y otra carta al Papa (Francisco) para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por violaciones a los que ahora se conoce como derechos humanos…
«Hubo matanzas, imposiciones. La llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz…».
El tema sigue su curso, pero hay un dato no revelado:
Esa carta al rey de España jamás pasó por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y uno de los primeros sorprendidos fue su titular Marcelo Ebrard.
Luego él debió justificar –El País tuvo la deferencia- y en este hecho no hubo cambio de estrategia:
Tampoco la ex canciller Claudia Ruiz Massieu se enteró de la visita del candidato Donald Trump al presidente Enrique Peña, gestión directa de Luis Videgaray con el yerno primario de Estados Unidos, Jared Kushner.
Nacionalización del beis
El proyecto beisbolero nacional de Andrés Manuel López Obrador toma forma.
Lo primero es un estadio en Sinaloa, donde el gobernador Quirino Ordaz es factor con su conciliación y convencimiento con inversores.
Ahora sigue el estado de México.
En Texcoco se construirá un Complejo Municipal conformado por un estadio –se habla de diez mil butacas– y una escuela para formar niños y jóvenes en ese deporte.
La ceremonia inaugural será mañana con el senador Higinio Martínez como anfitrión, la probable visita de López Obrador y estrellas como Alfredo El Zurdo Ortiz, Rubén Esquivias, Ramón Abulón Hernández y otras figuras beisboleras.
También estará Javier Salinas, presidente de la Liga Mexicana de Béisbol, y está invitado el dueño de Diablos Rojos del México, Alfredo Harp Helú.