Libros de ayer y hoy
Es la crónica de una candidatura anunciada.
Desde agosto de 2018, tras su gran derrota y la renuncia de René Juárez Cisneros, aumentó la inquietud sobre qué hacer con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Se manejaron muchos nombres para terminar el período de Manlio Fabio Beltrones –fíjese de qué hablamos– y sobre todo se palpó oposición a entregar la presidencia a la secretaria Claudia Ruiz Massieu.
La mayoría de los consejeros políticos, gobernadores y la llamada nomenclatura priista se pronunciaba por un proceso abierto para iniciar de inmediato la reconstrucción rumbo a las elecciones de 2019.
En ese momento surgieron varios perfiles; entre los más mencionados estuvo Alejandro Moreno Alito y su nombre generó consenso en especial entre los gobernadores.
Pero hubo un obstáculo:
El PRI carece de autonomía cuando tiene presidente de la república y decisión llegó a Los Pinos, donde se dio la orden de operar el ascenso de la hija de José Francisco Ruiz Massieu y sobrina de Carlos Salinas de Gortari.
El Consejo Político Nacional (CPN) procesó, como siempre, la instrucción recibida mientras en lo individual pedían a Alito meditar su incorporación al PRI para fechas adelante.
Ya preparan la guerra sucia
Octubre era el primer plazo.
Pero el paquidermo tricolor no se movió en ninguna dirección: no se convocó a Asamblea Nacional para marcar rumbo e ideología, tampoco se convocó a elecciones internas y menos se reorganizó la estructura.
El resultado está a la vista: las elecciones de junio en seis entidades, con cosechas lastimeras en casi todos ellos, son el mejor testimonio de un partido mal conducido y, peor aún, dividido.
Alejandro Moreno Alito sabe a qué va.
Recibió con preocupación las informaciones sobre encuentros de gobernadores y la nomenclatura para oponerse a su candidatura, razón por la cual en algún momento titubeó dejar la gubernatura de Campeche.
Y justo cuando él preparaba su solicitud de licencia al Congreso del estado -32 votos a favor, tres en contra- en la ciudad de México se iniciaba la campaña para desacreditar el proceso interno.
Viene, veremos, guerra sucia.
No son novatos: unos y otros se juegan el PRI, un bando para continuar su usufructo y el otro para intentar revivir el cadáver creado por la sociedad Enrique Peña Nieto-Andrés Manuel López Obrador-nomenclatura.
La manzana de la tenencia
1.- Desde el gobierno federal le extienden una manzana apetitosa a los gobernadores:
Una enorme bolsa de dinero, tal vez cercana a los 250 mil millones de pesos… si ellos dan su apoyo al regreso obligatorio de la tenencia de vehículos en las 32 entidades.
Es, como lo planteó el subsecretario de Hacienda Arturo Herrera, una manera de rescatar las frágiles finanzas de los estados en estos tiempos de austeridad y caída en la recaudación.
Los diálogos, narran funcionarios de la Secretaría y gobernadores consultados, tienen hasta hoy objetivos de auscultación para presentar la iniciativa en el próximo período ordinario de sesiones.
Es decir, para entrar en vigor en 2020.
Y 2.- un especialista en migración ha sido eliminado del operativo para complacer a Donald Trump.
Es, además, funcionario del gobierno federal: Tonatiú Guillén, ex director del Colegio de la Frontera Norte y comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM).