Itinerario político/Ricardo Alemán
Creen trabajar con el mínimo de recursos.
Humanos y económicos, porque todo cabe en el mismo discurso de austeridad para marcar esta administración.
Así, se les ha repetido durante una decena de meses, la gente contrastará con los dispendios y la corrupción de las anteriores.
Las neoliberales, donde entran los seis sexenios previos, sean priístas o panistas porque suman más de 30 años con las mismas características.
De aquella burocracia, en especial la dorada, poco queda.
Por eso los secretarios de Estado y directores de organismos ya creían agotado los recortes y las restricciones.
Pero no.
Se les ha pedido hacer un nuevo diagnóstico para ver dónde se pueden reducir plazas y aumentar los ahorros porque hace falta dinero para programas sociales.
-Ya no podemos hacer más ahorro. Ya no tenemos de dónde recortar sin afectar nuestras actividades –me dice uno de ellos con evidente preocupación.
Pero él y muchos más deberán auditar la nómina de su institución y revisar los programas a su cargo para ver dónde y de qué manera se pueden liberar recursos.
Contrato nuevo o despido
La limpieza administrativa ya está en marcha.
El primer paso ha sido anunciar al personal los términos en los cuales se instrumentará esta medida a fin de año.
El esquema es el siguiente:
Quienes sobrevivieron a los ajustes anteriores, sobre todo al cambio de administración entre diciembre y enero pasados, operan regularmente con contratos temporales o para tareas temporales.
Una excusa puede ser la terminación de la relación laboral y adiós.
Pero a quienes se les han renovado los contratos porque así lo han pedido los altos funcionarios incorporados a la administración federal, tienen alternativas:
La primera es aceptar nuevas reglas con menos salarios, sin prestaciones y, ojo, sin conservar la antigüedad aunque lleven lustros.
La segunda es firmar la renuncia sin derecho a nada.
O bien ser despedidos en espera de seguir un juicio laboral largo, costoso para ambas partes –el burócrata y el gobierno- y de resultado incierto.
Algunos casos han tenido difusión.
Un ejemplo es la agencia Notimex de Sanjuana Martínez, donde se convoca a los trabajadores y se les ofrece la disyuntiva: firmar contrato con un sindicato patronal, o el despido.
Muchos de esos trabajadores tratan de reagruparse en su sindicato, dirigido por muchos años por Conrado García y a quien la nueva administración acusa de huachicoleo.
Otro caso es la Fiscalía General de la República (FGR) de Alejandro Gertz Manero, donde sigue la reestructuración y entre noviembre y diciembre representará muchos despidos.
Pero no son los únicos casos.
Las ventas por catálogo
1.- Los diputados ya dieron en comisiones el paso de no gravar, al menos en 2020, las ventas por catálogo.
Trasciende porque esa parte de la economía informal está conformada en 95 por ciento de madres solteras, amas de casa, ancianos, jubilados y estudiantes.
Es su único ingreso y darse de alta en el padrón del Sistema de Administración Tributaria (SAT) significaría, amén del pago directo de impuestos, ser excluidos de los programas sociales.
Y 2.- la televisión comercial regresará a la producción de programas históricos y culturales.
TV Azteca de Ricardo Salinas tiene lista la serie Hernán, integrada por ocho capítulos, para estrenarla el domingo 24 de noviembre en pantalla libre y de paga.
Se realizó con un equipo de asesores encabezado por el historiador César Moheno, se grabó en español, maya y náhuatl y se promueve su distribución mundial.