
México no ha entregado agua a EU por sequía, afirma Sheinbaum
A cada momento surgen nuevos datos.
The New York Times reportó ayer, con base en información confiable a sus fuentes, sobre la liberación de dos hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
Ayer en este espacio hablamos sobre una línea de investigación –rechazada por algunos funcionarios– sobre filtraciones al cártel de Sinaloa.
Tardaremos en conocer toda la información de lo sucedido en Culiacán el jueves pasado, al principio confusa por el silencio oficial y el gran manejo de masas y redes sociales de los delincuenciales.
Pero un dato fue clave para liberar, haya sido solamente a Ovidio Guzmán López o a él y a su medio hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
La versión del periódico neoyorkino tiene mucho sustento más allá del de las grabaciones interceptadas y la validez otorgada por las agencias estadunidenses.
Ellas sí conocieron todo en tiempo real, como no lo registraron quienes debieron organizar el “operativo fallido” –confesión de secretario Alfonso Durazo– y reportar al máximo nivel.
¿Por qué es creíble?
Porque en la confusión habría escapado Iván Archivaldo y luego se puso al frente del rescate de su fraterno –El Jefe, reconocido por su subordinados– contra las fuerzas federales.
Entraron, sacaron a la gente y…
Pero son espeluznantes los datos corroborados.
Fueron la base para hacer retroceder a todos: a miembros de la Guardia Nacional, del Ministerio Público, del Ejército Mexicano… de todos.
¿Y qué fue?
Los criminales sacaron de sus hogares a cientos de esposas, hijos, sobrinos y soldados retirados, a quienes pusieron a su disposición.
-Retaron al poder: “Uno de usted por cada uno de nosotros” –narró una fuente de muy alto nivel y con relación presidencial–. Hubiera sido una matazón.
Esto no se dijo, aunque sí lo analizó el gabinete de seguridad y fue transmitido al comandante supremo de las Fuerzas Armadas.
-Más de 200 -según refirió el secretario de Relaciones Exteriores, aunque Marcelo Ebrard habló de unidades habitacionales rodeadas, no de desalojo y colocados para ejecución ante un paredón.
Estos son los elementos base de la decisión presidencial de perdonar a quien postró al Estado mexicano para no ser extraditado.
Hacia delante queda el riesgo: cualquier pelafustán puede rodearse de 40 ó 60 asesinos y, en caso de detención, tomar una escuela, un hospital u otra instalación y amagar con una masacre si no es liberado.
Los esfuerzos por recuperar paz
1.- Tras la desgracia, se emprenden acciones para dejar atrás ese capítulo tan humillante para el país.
A nivel internacional el sitio de Culiacán sensibilizó al gobierno de Donald Trump y esto permitirá a México apretar para controlar el flujo de armas desde Estados Unidos.
El canciller Marcelo Ebrard tiene un interlocutor muestras de sensibilidad, el embajador Christopher Landau.
A nivel local, el gobernador Quirino Ordaz manda mensajes de tranquilidad con asistencia a eventos públicos: el domingo estuvo en un partido de béisbol y se apresta a acudir a otro de futbol.
Y 2.- registramos un gazapo: ayer llamamos Ernesto a Néstor Núñez.
El rendirá hoy su primer informe como alcalde de Cuauhtémoc, donde se asientan los Poderes de la Unión y del gobierno capitalino.