El agua, un derecho del pueblo
Marcelo Ebrard anda de compras.
No de cualquier producto.
Si en marzo recayó en él la responsabilidad de importar respiradores y equipo médico para atender la pandemia, ahora anda tras la vacuna.
Su actividad febril es mayor a la de instituciones del área como la Secretaría de Salud (SSA) o la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
O si usted quiere personalizar, va delante de los doctores Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell, contador oficial de contagiados y muertos por Covid 19.
Es un trabajo con muchos antecedentes.
Suyo fue el esfuerzo de coordinación con AstraZeneca y la Fundación Carlos Slim para lograr el primer compromiso, aunque hay un impasse en las pruebas.
También suya es la palabra de proveer a 100 millones de mexicanos –algo así como 80 por ciento de la población– al mismo tiempo de los países desarrollados.
Y suya es la vigilancia para traer esas dosis en cuanto las liberen CanSino Biologics, Pfizer, Morena, por supuesto AstraZeneca y en lista de espera está el Sputnik ruso.
El sueño presidencial
No sobra repetirlo:
Marcelo Ebrard no se manda solo.
El secretario de Relaciones Exteriores actúa por instrucción superior pero con un interés propio muy conocido.
Sobre éste debe fincarse la esperanza de los mexicanos.
Diferente hubiese sido la estrategia de combate a la pandemia si se le hubiese entregado poderes plenos para actuar.
Lo vimos cuando la influenza AH1N: no tembló para cerrar la movilidad y las actividades económicas del entonces Distrito Federal.
Eso evitó una catástrofe similar a la actual.
Entonces, como hoy, Ebrard buscaba posicionarse como aspirante a la Presidencia de la República, aunque luego su mentor se impuso.
Una vez más construye su precandidatura presidencial con distintas acciones a la vez.
Ya tiene el escenario para tratar con el gobierno de Joe Biden cuando el Colegio Electoral de Estados Unidos determine el fin de la era Donald Trump.
Pero a la vez opera en otras dos pistas: en la externa para asegurar el suministro de las vacunas y en lo interno para asegurar los recursos.
Ahí puede irle la bendición máxima.
Gobernadores sin cita
1.- Los gobernadores están como novias abandonadas.
Desde hace dos semanas esperaban la convocatoria del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, para avanzar en distintos asuntos económicos.
El temario se limita a la entrega de más recursos porque, se les repite en el sermón de la mañana, solamente se dedican a pedir.
Pero no han sido llamados y están pendientes muchas dudas sobre dineros faltantes y las reglas de operación para el año próximo.
Sobre todo cómo se sustituirán los fideicomisos, pues buena parte de los 68 mil millones concentrados por la federación impactarán las finanzas de los estados.
Hasta ahora solamente tienen un adelanto: habrá menos dinero pero mejor distribuido para atenuar desequilibrios regionales.
2.- Un mensaje de tranquilidad de Ricardo Monreal da en las ambiciones de José Narro.
Este propuso modificar el Artículo 27 constitucional y de inmediato se alebrestó el sector campesino.
Pero no habrá reforma, dijo Monreal.
Y 3.- el rediseño del espacio aéreo en el Valle de México comenzará el próximo mes con miras al funcionamiento del aeropuerto Felipe Angeles.
El Seneam ha contestado en estos términos a solicitudes de aerolíneas interesadas en saber cómo operará el Sistema Aeroportuario Metropolitano (SAM).
El organismo a cargo de Víctor Manuel Hernández se coordina con la Agencia Federal de Aviación Civil.