Abanico
El Insabi es un hervidero.
Y si el ánimo de sus altos funcionarios es correcto, Juan Antonio Ferrer está en una posición extremadamente incómoda.
Eso de altos funcionarios es una expresión salarial, no burocrática porque la ineficiencia del Instituto de Salud para el Bienestar está documentada.
No ha sido el gran aparato comprador, importador y distribuidor de medicamentos con las cuales el sueño presidencial desplazaba a particulares y volaba a los países nórdicos.
-Vamos a tener un servicio de salud igual que el de los países nórdicos. Igual que el de Dinamarca, de Suecia, igual que el de Canadá -prometió el 16 de abril de 2019.
Más de 26 meses después todo es diferente.
La UNOPS, Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, ha sido un fracaso y su autodefinición queda en entredicho:
-…servicios de infraestructura, adquisiciones y gestión de proyectos para ayudar a construir el futuro…
El desabasto de medicinas es mayúsculo y, ante el agravamiento de la crisis, hoy se hacen compras urgentes donde haya y al precio que sea.
Y los negocios no fluyen
Por eso la nota:
Al parecer se agota la paciencia.
Juan Antonio Ferrer siente el hielo y ve cómo otros funcionarios lo rebasan con afanes de operación en la emergencia.
Zoé Robledo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Luis Antonio Ramírez en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Jorge Alcocer en Salud, y así.
Los servicios de salud de los estados sabrán cómo se abastecen, cómo saldan las deficiencias, de dónde sacan los recursos.
Y mientras, en el Insabi los funcionarios están pasmados.
Ferrer llamó a Dayane Garrido como Coordinadora Nacional de Recursos Materiales y todo su equipo hizo grandes planes para dominar compras e importaciones… con enormes beneficios personales.
También convocó a Francisco Pedrero para reforzar ese control, pero tras muchas pruebas y exámenes no le ha entregado la plaza de los negocios.
No son personajes comunes estos tabasqueños: el hermano de Dayane, Erick Garrido, es alcalde electo de Jonuta y por supuesto confiable para ya saben quién.
Todo queda en familia mientras el Insabi no tiene siquiera un organigrama funcional
Las dos visiones de México
En Palacio Nacional desfilan dos visiones de país.
De un lado, el del anfitrión: todo es democracia, desarrollo, crecimiento, bonanza y flujo de recursos a los estados.
La de los gobernadores electos visitantes: estancamiento, insuficientes participaciones federales, inseguridad pública, ascendencia de los cárteles…
Y luego su petición: respaldo para implementar programas de impulso a la economía y coordinación efectiva de los tres niveles de gobierno para garantizar la protección de vida y bienes.
El tono es distinto: María Eugenio Maru Campos también reivindicó la soberanía política y económica de Chihuahua.
Samuel García agradeció el respeto a su campaña, forma eufemística de reconocer el apoyo desde el gobierno federal, y prácticamente se puso a disposición del presidente.
Luego se fue a al restaurante Cuchilleros a comer porque tendrá la coordinación no brindada a Jaime Rodríguez El Bronco por su osadía de llamar públicamente huevón a ya saben quién.