Descomplicado
Rosario Robles comenzó a sentir la presión por ahí de 2002.
No gustó a López Obrador su arribo a la presidencia del PRD porque no la sentía su aliada política.
Pero el enojo vino en 2004, cuando Carlos Agustín Ahumada Kurtz difundió los videos donde aparecían lópezobradoristas en cobro de millones en dólares.
Dos exhibidos incomodaron en especial al jefe del DDF: René Bejarano, su secretario particular, y Carlos Imaz, esposo de su secretaria de Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum.
Robles no aguantó la embestida interna y debió abandonar la dirigencia perredista con varios de sus colaboradores, en especial Ramón Sosamontes.
La rescató del ostracismo Enrique Peña de la mejor manera: al principio le encomendó Sedesol y luego Sedatu.
Ha sido su calvario, primero con prisión preventiva injustificada por la estafa maestra y ahora con el amago de una larga condena y prisión de alta seguridad por delincuencia organizada.
A prisión de alta seguridad
Por razones profesionales hablé varias veces con Rosario Robles en libertad.
En 2006 y 2007 la escuchaba llena de ilusiones con su trabajo para abatir la pobreza y reducirla con modelos imitados de Luiz Inácio Lula da Silva, quien la redujo en 20 millones en Brasil.
No preveía su futuro, pero era consciente de su pasado.
-En retrospectiva –le dije– tú fuiste factor para revertir las tendencias en el Distrito Federal en 2000, cuando aventajaba Santiago Creel a López Obrador. ¿Estás arrepentida de financiar y hacer campaña por él, de ayudarle?
-Digamos que estoy arrepentida de entregarle el poder. Lo dejamos en eso.
Ya sabemos lo sucedido después: acusaciones, un proceso torcido por el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna –sobrino de Dolores Padierna, archienemiga de Rosario– y larga cárcel sin sentencia.
Uno de sus abogados, Sergio Ramírez, negociaba un sistema híbrido donde ella colaboraría con la autoridad y podría seguir su causa en libertad.
Uno de los primeros acuerdos con la FGR fue detener la orden de aprehensión por delincuencia organizada.
Pero él se fue y ahora Epigmenio Mendieta carga con la tarea de enmendar un juicio viciado, politizado de origen y una prisión de alta seguridad como casi seguro destino.
Ojalá tenga suerte porque la sevicia del poder es infinita.
Todos a clases presenciales
1.- A fines de noviembre empieza una tarea educativa definitiva: la regularización de clases presenciales en prácticamente todo el país.
Al frente de este propósito está el SNTE de Alfonso Cepeda, pues sin el trabajo de los maestros habría sido imposible al principio las clases en línea y ahora en persona.
A favor suyo y de las autoridades de la enseñanza cuenta la declaratoria de semáforo verde para la mayoría de las entidades federativas.
Sería la normalización de la vida nacional.
Y 2.- aquí hemos dado seguimiento a actos del Grupo Oro Negro.
Ayer la SCJN y un juez federal dieron un nuevo revés a Gonzalo Gil White, al declarar infundados sus reclamos contra Pemex Exploración y Producción por haberle cancelado contratos millonarios obtenidos con Emilio Lozoya.
El directivo empresarial, hijo del ex secretario Francisco Gil Díaz, enfrenta una orden de aprehensión por el desvío de 650 millones de pesos del Grupo Oro Negro.