Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
La suerte de las corcholatas podría sellarse el domingo.
Podría, vale remarcar, porque lo único seguro en el nuevo partido de Estado es el dedo presidencial y él apuntará al elegid@ en el último cuarto de 2023.
¿A que nos referimos?
Le precisamos, por si usted no lo sabe: el domingo serán votados -con manipulación, inducción y demás prácticas antidemocráticas- los congresistas de Morena.
Tres centenares de militantes en quienes supuestamente recaerá -en Morena toda democracia es supuesta- el aval del candidato presidencial para suceder a López Obrador.
Lo apasionante en primera instancia es quién ganará más espacios en el Congreso Nacional entre los 150 hombres y 150 mujeres a elegir.
El morbo siguiente será si hay impugnaciones porque, recuerde usted, esta jornada es consecuencia de una impugnación en 2019 ganada por varios militantes, entre ellos Alejandro Rojas Díaz-Durán.
En aquella ocasión el Tribunal Electoral de Felipe Fuentes Barrera anuló 270 asambleas distritales patito y la primera consecuencia fue destituir a Bertha Luján y aupar como dirigente a Alfonso Ramírez Cuéllar.
IMPUGNACIÓN SIN ELECCIÓN
Ya hay varios heridos.
Son los marginados o rasurados, por incómodos a la dirigencia nacional de Mario Delgado,para no aparecer como candidatos a congresistas nacionales.
Uno de ellos es precisamente Alejandro Rojas Díaz-Durán, quien tuiteó:
“Centenares de líderes hemos impugnado el proceso de elección de los #Congresitasnacionales de #Morena.
“Confiamos en que el @TEPJF_informa nos dé la razón.
“No queremos un #CongresoNaciona ‘patito’.
“Exigimos #democracia; sin ella no habrá futuro para el @Partido MorenaMx”.
Esa inconformidad se da con una coincidencia: los excluidos son simpatizantes de dos aspirantes presidenciales no afines a Palacio, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard.
Si las sospechas se cumplen, quienes protagonicen el Congreso Nacional de Morena el 17 y 18 de septiembre serán afines a Claudia Sheinbaum y a Adán Augusto López.
Con ellos está alineada la nomenklatura oficial.
OPORTUNIDADES DE EBRARD
1.- Marcelo Ebrard sabrá cómo actuar.
A ojos lejanos de observador común, el canciller ha perdido la segunda oportunidad de ser candidato a la Presidencia de la República.
Primero en noviembre de 2011, cuando ganó las encuestas perredistas pero no confrontó a López Obrador para abanderar un frente en 2012.
Y en esta ocasión, pues desde Palacio Nacional su carnal lo descalificó en presencia suya al negar lo evidente, el “piso disparejo” rumbo al 2024.
Su falta de reacción o valor le garantiza continuar de secretario de Relaciones Exteriores tal vez todo el sexenio… o coordinador de la campaña de otro@.
Y 2.- si repasamos algo de historia, compare dos coincidencias:
En 1987 el dirigente priísta Jorge de la Vega habló ante el presidente Miguel de la Madrid de caballos de Troya y traidores por exigir impulsar la Corriente Democrática.
En 2022 también se descalifica de traidores a la patria, neoliberales y otros términos a quienes disienten de la retórica presidencial, y a esa lista pronto ingresarán varios morenistas.