Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Obviamente la expresión no es literal.
Pero sí real.
Elba Esther Gordillo prometió trabajar por la candidatura de Andrés Manuel López –y aquí tuvimos la primicia en octubre pasado- y ahora le tiene una infraestructura envidiable.
Es el fruto de un trabajo de decenios –digamos desde 1989, cuando Carlos Salinas defenestró a Carlos Jonguitud Barrios para ofrecerle el magisterio institucional- y algo más.
Salinas le entregó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pero ella también manipuló a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Manejaba al gremio institucional y al (eufemismo nuestro) supuestamente opositor para distraer en las negociaciones y presionar donde ella sabía, desde Los Pinos hasta la secretarías de Educación Pública (SEP), Gobernación (Segob) o los gobiernos estatales.
En eso llegó la adversidad -la detención el 26 de febrero de 2013 en Toluca, las acusaciones, los procesos y demás- hasta el momento de vengarse de Enrique Peña Nieto y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Y ve la victoria.
HAY QUE PARAR A ANDRÉS: ORDEN EN 2006
En 2006 Elba Esther Gordillo recibió una instrucción:
-Hay que parar a Andrés Manuel López a toda costa.
-¿Cómo sea? –preguntó ella.
-Sí –le respondieron-, como sea.
E hizo cuanto pudo y debió.
Operó desde todos los ángulos: con anti pejistas, con panistas, con priístas, con anti madracistas… con todos.
Entregó la victoria al panista Felipe Calderón y en recompensa recibió posiciones de privilegio: la Lotería Nacional (Lotenal), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP)…
Eso y más.
Hoy ella opera a la inversa y ordena a los suyos:
-Hay que hacer todo por López Obrador.
Y maneja todos los hilos a su alcance y los mueve en el norte, en el centro, en el sur; del SNTE o de la CNTE, con aliados de antaño y con resentidos de ahora para su causa.
Ahora ve las encuestas con una amplia sonrisa, siente la venganza contra Enrique Peña Nieto, el PRI y demás enemigos políticos y estructura un ejército para vigilar las votaciones y se apresta a decir a su nuevo aliado:
-Está usted servido, Andrés.
MONREAL RETENDRÁ CUAUHTÉMOC EN 2018
Un dato ha pasado de soslayo.
Ricardo Monreal fue marginado por Andrés Manuel López en la conquista de la Ciudad de México.
Lo disciplinó, con amenazas de por medio, cuando el zacatecano buscaba la proyección a través de la alianza entre Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC).
Sojuzgado, Monreal se sumó a la campaña de su guía López, pero pudo negociar algo: la delegación Cuauhtémoc.
Y sí, su ex coordinador de campaña Néstor Núñez hoy es puntero.
Núñez es tan afín a López, pero sí leal a Monreal.
Salvo errores mayúsculos, el hijo de Arturo Núñez será jefe delegacional y lo deberá única y absolutamente a su gran amigo Ricardo Monreal.
En esta lucha hay y seguirán los golpes bajos, pero el padrinazgo le garantiza el triunfo.