Teléfono rojo/José Ureña

• Palacio no puede con los fiscales de Morelos y Guanajuato
• Verdaderos objetivos: ir por Graco y el viejo núcleo panista
• La Función Pública acredita las cuentas de Alejandro Murat

Algo deben tener los fiscales.

Nadie puede con ellos aunque se multipliquen los clamores de su destitución.

En el caso del General de la República, Alejandro Gertz Manero, hay señalamientos de todo tipo, pero le basta el respaldo presidencial.

Hasta la CIDH ha manifestado injerencias indebidas de su dependencia en la investigación sobre normalistas de Ayotzinapa.

Pero hay otros amenazados desde distintas esferas del poder y se mantienen en sus cargos con plenas facultades y ratificación de los congresos locales.

En 2021 hubo una presión extrema de Palacio Nacional por deshacerse del fiscal de Guanajuato, Carlos Zamarripa, y hasta le echaron la Unidad de Inteligencia Financiera de Pablo Gómez.

Aquí dimos la primicia en su momento:

No le encontraron elementos para destituirlo y procesarlo y, ante las investigaciones fracasadas, el gobernador panista Diego Sinhue y el Poder Legislativo le ratificaron su confianza.

Ahí sigue tras 13 años.

GRACO COMO OBJETIVO

Diferente es la situación del morelense Uriel Carmona.

Desde hace años se ha intentado defenestrarlo bajo distintas acusaciones, pero una y otra vez ha tenido el respaldo de Congreso del estado.

Está de regreso a la escena nacional porque en su jurisdicción, cerca de Tepoztlán, apareció el cadáver de la joven Ariadna Fernanda López Díaz, asesinada en la alcaldía Cuauhtémoc.

Según el resultado de la autopsia, revelada por el fiscal Carmona, la mujer de 27 años murió “por una grave intoxicación alcohólica y la consecuente broncoaspiración”.

-No se hallaron huellas de violencia -agregó.

La Fiscalía capitalina tuvo una conclusión distinta: fue asesinada y sí tenía severas huellas, lo cual molestó a la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum y se lanzó contra la fiscalía de Carmona.

A ver en qué termina el caso, dada la presión de gruos feministras, pero hay dos trasfondos en ambos casos:

Palacio Nacional se ha dado a la tarea de tumbar al PAN en Guanajuato en 2024 y el punto de partida es el fiscal Carlos Zamarripa.

Y en Morelos el propósito es procesar al ex gobernador perredista Graco Ramírez, a quien Cuauhtémoc Blanco y muchos más creen protegido por el fiscal Uriel Carmona.

He ahí la verdad política.

LAS CUENTAS DE MURAT

1.- Y más sobre persecuciones:

Hay investigaciones sobre prácticamente todos los ex gobernadores -el bajacaliforniano Jaime Bonilla no es excepción- por supuestas cuentas no aclaradas o malversaciones.

Alejandro Moreno, quien está a punto de entregar Oaxaca, se ha cubierto de manera eficiente según datos reconocidos por la Secretaría de la Función Pública.

Murat ha solventado más de 11 mil 400 millones de pendientes heredados de administraciones precedentes y así lo reconoció el secretario Roberto Salcedo.

Aceptadas estas cuentas claras por una dependencia federal, el oaxaqueño irá tranquilo a hacer campaña en busca de la candidatura presidencial priísta del 2024.

Y 2.- quede para el registro otro dato de la sinergia de TV Azteca con el gobierno federal.

Zoé Robledo reconoció entre aplausos presidenciales a Ninfa Salinas, de Grupo Salinas y Fundación Azteca, por donar camas de descanso para familiares de derechohabientes hospitalizados.