El agua, un derecho del pueblo
Andrés Manuel López dejará de estar de oferta.
Ningún tránsfuga será aceptado a partir de septiembre y quienes se agreguen antes recibirán la bienvenida pública el 3 de septiembre.
El ultimátum es nuevo, pero fue largamente pensado antes de decidirlo porque desde septiembre emprenderá su campaña y designará candidatos.
Por ello ha congregado a su equipo y repartido funciones.
El primer paso comenzó hace tiempo, antes de las elecciones locales de junio en los estados de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz.
Escogió a sus operadores en cada entidad federativa.
En muchos lugares no hay problema.
Como informamos aquí el lunes, no cree tener problemas para ganar –con mayor o menor holgura– en el centro, el sur y el sureste del país.
Ahí tiene bases, a veces con holgura.
Precisamente esa abundancia de cuadros con ascendencia ha originado conflictos entre quienes se creen con derecho a presidir los comités locales del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) o, algo más ventajoso, coordinar la campaña presidencial de López.
Porque no es lo mismo hacer trabajo de calle y crear base, a retratarse, aparecer, organizar los actos del tabasqueño y aparecer siempre en los presídiums para ser bendecidos con su dedo para una candidatura, mi hermano, y bienvenida si es para un cargo plurinominal en el Congreso de la Unión.
Pero a veces él mismo es el causante de esas molestias, como en Chiapas, donde retiró a quien le estructuró los comités de campaña y puntea en las encuestas internas para gobernador: Plácido Morales.
Ya no está entre sus prospectos para gobernador.
La encuesta se cucharea desde los preparativos
En otros lugares no hay tanta competencia o es distinta.
Por ejemplo, es lógica la designación de Delfina Gómez como coordinadora de su partido en el estado de México, pues se quedó a un puñado de puntos de ganar la elección para gobernadora y todavía espera la decisión final del Tribunal Federal del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Caso distinto es la Ciudad de México.
A través de su equipo cercano, Andrés Manuel López ha tendido línea a favor de Claudia Sheinbaum demérito de sus contendientes Ricardo Monreal, Martí Batres e –incorporado de último momento– Mario Delgado, quienes prometió una encuesta “sin cucharear”.
Este término está patentado por El Peje.
La justicia le quitó a su favorito en Tamaulipas
Los oportunistas tienen mayores facilidades en el norte del país.
Sí, en los estados fronterizos –Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila Nuevo León y Tamaulipas– y limítrofes porque le negaron su voto en 2006 y 2012 y por ahí se le escaparon las oportunidades de vencer al panista Felipe Calderón y al priísta Enrique Peña.
Hay más datos.
En Tamaulipas, por ejemplo, prácticamente partió de cero porque quien le flanqueó la campaña en 2006 en la frontera y la bloqueó para Felipe Calderón, fue capturado como integrante de una banda de ladrones de combustible, práctica iniciada por el cártel del Golfo y hoy generalizada con el término huachicoleros.
Era Miguel Angel Almaraz Maldonado, candidato perredista a diputado federal e identificado con la corriente de López cuando fue capturado por fuerzas federales en 2009.
Pero El Peje no sufre.
Para eso tienen un operador de primerísimo nivel, Ricardo Monreal Avila, y a él ha encomendado la captación de cuadros y simpatizantes, la formación de comités, el nombramiento de dirigentes municipales y distritales y organizarle la campaña.
José Ureña, columnista de 24 Horas