Teléfono rojo/José Ureña

• Vía libre a Marcelo Ebrard para regresar al país a apoyar al Peje
• Sin acusaciones por la línea 12 ni por filtrar lo de la casa blanca
• Héctor Astudillo consigue sacar de Guerrero a los reos federales

“Me voy por tres días”, anunció Marcelo Ebrard en 2015. Y se fue. Luego salieron sus defensores: -Se fue París a cavilar –declaró el entonces Agustín Guerrero a nombre de la tribu de ambos, Movimiento Progresista (MP), en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Atrás dejó señalamientos, en gran medida impulsados por el entonces director del Sistema de Transporte Colectivo (Metro), Joel Ortega, por la mala y opaca construcción de la Línea 12. Se fue porque, decía él a sus íntimos, había triple persecución en su contra: -Del Gobierno del Distrito Federal (GDF) por la Línea 12.

Del gobierno de Enrique Peña Nieto por haber filtrado la información sobre la llamada casa blanca de la primera dama Angélica Rivera, origen del desprestigio y fama de corrupción de la familia presidencial.

Y del Poder Judicial de la Federación, cuyo Tribunal Electoral (TEPJF) le negó ese año el registro como candidato a diputado federal por Movimiento Ciudadano (MC), decisión sustentada en violaciones a la ley.

Compitió por una postulación en el PRD y, cuando le fue negada, acudió al MC de Dante Delgado en busca de impunidad legislativa. NINGÚN CARGO POR LA LíNEA 12 Y EN LA PGR Ha pasado el tiempo y hoy todo es distinto. En la lejanía, anunciamos a mediados del año pasado, sirvió de intermediario de Andrés Manuel López con el Partido Demócrata (PD) y su candidata Hillary Clinton, por quien hizo campaña.

Derrotada Hillary, recibió una segunda encomienda del tabasqueño: ser intermediario con la comunidad chicana y apoyarse para ello en cuadros destacados demócratas, entre ellos el ex presidente Albert Gore, el matrimonio Clinton y el ex alcalde de Los Angeles de origen mexicano Antonio Villaraigosa.

De esto dimos cuenta el 29 de mayo pasado con el encabezado Regreso de Marcelo y permanencia de Norberto Las dos cosas se han cumplido. Pero ahora, cuando marcelistas como el senador Mario Delgado clama su incorporación a la campaña de López y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) , podemos confirmar: Podrá hacerlo cuando quiera porque no pesa ningún cargo contra él.

Ni la justicia capitalina lo investiga por cuanto pasó en la Línea 12 ni en el Segundo Piso del Periférico ni por su ejercicio como titular del GDF de diciembre a diciembre de 2006 a 2012. -¿Firmaste algo? -No, nada. -¿Entonces? Con esa promesa sus representantes acudieron en busca de informes a la Procuraduría General de la República (PGR) de Raúl Cervantes y también se les dieron datos satisfactorios: no hay abierta averiguación alguna en su contra.

Falta la última aduana: el Sistema de Administración Tributaria (SAT) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) hacendaria, pues se habló de investigaciones en su contra por enriquecimiento, ingresos no declarados y dinero sacado del país.

No lo dude: vendrá la exoneración. Y como Morena purifica –El Peje dixit-, todo estará listo para ocupar un cargo importante en el equipo de campaña de su amigo López y aspirar a un cargo de elección –él quiere ser senador- mientras negocia con grupos de todo signo para fortalecer las aspiraciones de su amigo tabasqueño. ASTUDILLO SE DESHACE DE REOS PELIGROSOS El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, trata de resolver la crisis penitenciaria con acciones de fondo.

Habló con el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, y obtuvo el apoyo para sacar de las cárceles del estado a los reos más peligrosos. El primer cambio incluyó a 13 recursos de Las Cruces, donde la semana pasada hubo 28 muertos, y pronto medio centenar será llevado a centros federales de alta seguridad.