Investigación y 0 impunidad, prioridad ante homicidios en CDMX: Brugada
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de mayo de 2017.- Luego de que este jueves se confirmó que el padre José Miguel Machorro Alcalá, quien fue apuñalado mientras oficiaba una misa en la Catedral Metropolitana el pasado lunes 15 de mayo, presentó una parálisis de todo el lado derecho del cuerpo, la Arquidiócesis de México teme un desenlace fatal.
En entrevista para el programa Ciro Gómez Leyva por la mañana, el vocero Hugo Valdemar explicó que a pesar de que el sacerdote de 55 años está estable pero grave, se teme un desenlace fatal, pues el infarto que sufrió causó daños muy preocupantes.
«Su estado de gravedad no disminuye, no aumenta desde el día de ayer. Después del infarto se estabilizó un poco pero la situación es grave. Pero sí se está temiendo mucho un desenlace que puede ser fatal».
Machorro Alcalá, apuñalado por Juan René Silva Martínez, originario d Matehuala, San Luis Potosí, no había presentado complicaciones y su estado de salud en general seguía mejorando, hasta que se complicó este jueves.
Sobre el agresor, según estudios que le fueron practicados por personal del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, Silva Martínez, de 26 años de edad, padece un trastorno psicótico que, en combinación con su obsesión por el videojuego Assassin’s Creed, habría podido llevarlo a arremeter de esa manera contra el sacerdote.
De acuerdo con la primera hipótesis de la PGJ, éste no es capaz de distinguir entre fantasía y realidad.
Tras ser aprehendido, Juan René Silva Martínez –quien estudió Diseño Urbano en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y Música en el Hermes Music Education Centre– se negó a explicar el motivo de la agresión, pero aseguró que tenía sólo tres días para hacerlo; posteriormente pidió hablar con el Papa Francisco, la Reina de España, el Embajador de Francia y Enrique Peña Nieto.