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CIUDAD DE MÉXICO, 24 de junio de 2018.- La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) informó que durante la Temporada de Ozono 2018, que abarcó del 15 de febrero al 15 de junio, las concentraciones de este contaminante se mantuvieron en los niveles más bajos de los últimos cuatro años.
Con respecto al año anterior, se registró una disminución de 80 por ciento en el número de días que rebasaron los 150 puntos IMECA (dos) y sólo hubo 11 días que se pasó de 140 IMECA, siete menos que en la temporada del año anterior.
La CAMe resaltó por medio de un comunicado que desde 2016, no se ha registrado ningún día en el que se alcancen los 200 puntos.
En cuanto a Contingencias Ambientales Atmosféricas (CAA), durante la Temporada de Ozono 2018 sólo se registró una, mientras que el año pasado se registró el doble.
Martín Gutiérrez Lacayo, Coordinador Ejecutivo de la CAMe enfatizó que la coordinación de acciones instrumentadas a partir del 2016 entre el Gobierno de la República y los gobiernos que integran la CAMe están dando resultados, pues han disminuido de manera paulatina las concentraciones de ozono en el Valle de México.
“La variabilidad en los patrones meteorológicos productos de la vulnerabilidad al cambio climático que sufre el centro del país continúa siendo un elemento clave para la formación de contaminantes secundarios y la dispersión de los mismos; el hecho de que se hayan presentado concentraciones menores a las pronosticadas, no debe ser un elemento para bajar la guardia. Sociedad y gobierno debemos seguir colaborando juntos para mejorar la calidad de aire que respiramos en el Valle de México. Resolver los problemas de fondo requiere de la participación activa de todos los sectores y todavía estamos lejos de cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre la calidad del aire.” abundó.
Cabe recordar que la Temporada de Ozono se caracteriza por patrones meteorológicos asociados a sistemas de alta presión que propician el movimiento vertical del aire desde capas atmosféricas superiores hacia la superficie terrestre, condición que, al combinarse con la poca humedad ambiental, favorecen la producción y acumulación de contaminantes secundarios de origen fotoquímico como el ozono (O3).