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CIUDAD DE MÉXICO, 28 de noviembre de 2017.- Una botella no hace pared, pero 15 mil de PET sí logran una casa. Esos miles de envases de agua, desechados a diario en todos los rincones del país, pueden convertirse en los muros de una nueva historia.
De acuerdo a un comunicado de la UNAM, Liderazgo Joven, una organización conformada por alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la máxima casa de estudios, y el grupo VIEM, integrados al proyecto #ReconstruirMéxico, tienen a cargo la edificación de hogares sustentables e innovadores con botellas de PET.
Hace unos días se concluyó la primera casa en Tochimilco, Puebla, pequeño poblado localizado cerca de Atlixco (situado al calce del volcán Popocatépetl), afectado por los sismos de septiembre pasado.
La vivienda de 64 metros cuadrados requirió de 15 mil “ladrillos ecológicos”, hechos con botellas de litro y rellenadas con arcilla; después vendrán casas en Oaxaca de Juárez, Oaxaca, y un Centro Comunitario en Chimalpa, Cuajimalpa, en la Ciudad de México, informó Irving Rubí Reséndiz, secretario general de Liderazgo Joven y estudiante de Ciencia Política y Administración Pública en la FCPyS.
Con esta acción, dijo, se ha concretado parte de la campaña #ReconstruirMéxico, que pretende edificar casas para familias afectadas por los pasados sismos.
¿Cuáles son sus características?
Este modelo de casas de tereftalato de polietileno (PET) es muy sustentable; el método consiste en apilar las botellas rellenas de manera que se puedan hacer muros.
“Muchas personas nos preguntan a través de las redes sociales si es seguro, porque ves PET y dices ‘esto es basura’, pero no lo es, es un elemento de reciclaje. Suponen que no funcionará, pero resulta cuatro veces más resistente que un ladrillo convencional, aguanta hasta los balazos”, explicó.
Los muros ya montados se pueden repellar, de modo que pueden aplanarse y pintarse como una casa convencional. El estudiante de la FCPyS dijo que se requiere una familia que quiera la Casa PET, y que esté dispuesta a cambiar su estilo de vida para ser sustentable. “Si no es así, pueden pasar inconvenientes y nosotros no imponemos nada”.
La segunda característica es que la vivienda sea levantada en alguna de las zonas afectadas por los sismos, y la tercera que sea la misma comunidad la que se ofrezca a colaborar en la construcción”.
Las viviendas son sólo de un piso y se pueden reparar. “Cuesta mucho trabajo derribar un muro tras construirlo, las casas convencionales resisten un sismo de acuerdo al material utilizado en su construcción, pero una casa de PET bien cimentada se vuelve totalmente segura”.
No obstante, dijo que continúan en búsqueda de obtener el Dictamen de Idoneidad Técnica, que fortalecerá la certidumbre legal de las construcciones, aun cuando este método ya haya sido replicado en diversos países del mundo.
La tercera parte de la basura doméstica en México son envases de PET; se producen aproximadamente nueve mil millones de botellas al año, por lo que Liderazgo Joven llama a la sociedad a hacer donaciones sólo en los puntos de acopio señalados en sus redes sociales.
“Tiene que ser una botella de a litro, de preferencia, y que tenga en la parte baja un triángulo con el número 1, porque significa que ha sido reciclada una vez y que sirve para la construcción; no sirven botellas de suavizante o de blanqueador”, concluyó.