Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de agosto de 2018.- La Torre Reforma está nominada a un premio de altura, el peculiar edificio está entre los cinco finalistas para el Premio Internacional Highrise 2018.
Con 246 metros de altura, la Torre Reforma es el segundo edificio más alto de México luego de la Torre KOI, ubicada en Monterrey, Nuevo León que alcanza 279.5 metros de altura.
De acuerdo a diversos sitios especializados en el área, este reconocimiento se otorga a arquitectos y desarrolladores, cuyos edificios miden al menos 100 metros de altura y han sido completados en los dos últimos años.
Además, la estructura debe combinar la sostenibilidad ejemplar, el diseño pensado en el futuro, funcionalidad, la forma externa y la calidad espacial interna, tecnología de construcción innovadora, sin mencionar los aspectos sociales integración como esquemas de desarrollo urbano.
El premio será presentado en el Paulskirche de Frankfurt, Alemania, en poco más de dos meses, el 1 de noviembre de 2018.
“En medio de una región en riesgo de terremotos, la característica fachada de la Torre Reforma en la Ciudad de México tiene más que solo propósitos estéticos. Las dos paredes exteriores masivas de concreto expuesto y el tercer lado vítreo no solo crean una huella triangular extraordinaria, sino que también proporcionan un máximo de resistencia a los terremotos. Los muros de concreto alcanzan 60 metros en el suelo como un fundamento sólido. Además, el edificio puede moverse con las fuerzas ya que las grandes aberturas quedan fuera de las paredes masivas como ‘zonas de deformación’ y dado que las abrazaderas de acero, que llevan los pisos, se funden en bisagras flexibles delante de la fachada de vidrio. Durante el severo terremoto de septiembre de 2017, este concepto ya ha demostrado ser altamente efectivo”, destaca la nominación.
“Comenzando a una altura de 200 metros, uno de los dos muros de hormigón se dobla sorprendentemente hacia adentro. Esta característica es una respuesta a las normas de construcción de la Ciudad de México: los rascacielos en el Paseo de la Reforma no pueden ser más del doble del ancho de la calle. Si un edificio excede esta altura, la parte superior debe ser empotrada o cónica. Debido al manejo creativo del arquitecto Benjamín Romano de esta regulación, el edificio, dependiendo del punto de vista del observador, no solo cambia su materialidad, sino también su forma escultórica”, refiere la descripción.
Además, sobresale que todo el ancho del tercer lado del vidrio del edificio se abre hacia el parque de la ciudad del emblemático Bosque de Chapultepec “con el fin de crear espacio utilizable adicional, las plantas aquí se liberan del corsé estrecho del triángulo. Al frente, la fachada aparentemente lisa forma una cuarta esquina casi imperceptible”.
Los finalistas para la edición del Premio Internacional Highrise 2018 son: