Teléfono rojo/José Ureña
La mancha negra avanza sobre pocas placas verdes
La contaminación ambiental confabulada con los contrastes de temperatura en este invierno del 2017, nuevamente evidencia la relevancia de que a nivel federal y estatal con la participación de la iniciativa privada automotriz, se implementen incentivos que alienten la renovación del parque vehicular por automotores ecológicos impactando en precios más accesibles a la población. De otra manera, la mancha negra seguirá cobrando vidas cuyos reportes de la OMS refieren más de 16 mil personas al año.
Si bien en esta transición, instituciones gubernamentales como la SHCP y CFE a nivel federal, y el gobierno de la Ciudad de México a través de instituciones como la Secretaría de Movilidad, han impulsado la renovación del parque vehicular de combustión interna por unidades híbridas –combinación de motor a gasolina con eléctrico- y eléctricos, con acciones como exención del pago de tenencia y verificación ambiental hasta por 8 años en la Ciudad de México, ISAN, la deducibilidad hasta por $ 250 mil pesos; colocación de estaciones de carga de energía en las entidades federativas, y medidores exclusivos e independientes gratis en los hogares para recargar las pilas de los autos, son insuficientes para alentar una mayor demanda de este tipo de unidades en el mercado doméstico.
Contrariamente, los efectos de crecimientos bajos del PIB se reflejan en una disminución del 14 % de ventas en el mercado mexicano en agosto con respecto al mismo mes del 2016, al comercializarse 762, de las cuales 738 fueron híbridas y 24 eléctricos, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Industria Automotriz (AMIA). Hay que destacar que el perfil del nivel socioeconómico de este tipo de consumidores es medio- alto.
Por entidades federativas, que incluso tienden a ser las más contaminadas en el país, en la Ciudad de México se vendieron 310 unidades: 300 híbridos y 10 eléctricos, con una baja del 23.5%; el Estado de México registró una caída del 44% al comercializarse 89, de las cuales 1 es eléctrica; Jalisco con 45 unidades con una caída del 13.5 %. Nuevo León fue la excepción con un incremento del 60 % en las ventas, con 98 unidades de las cuales 3 son eléctricas.
De enero a agosto, las ventas totales implicaron 6,473 unidades. De esta cantidad, 6,299 son híbridas y eléctricas solamente 174 unidades; ello evidencia, al mismo tiempo, una predilección de la población por los autos híbridos aspecto calificado por algunos sectores como un factor cultural, por el hábito de usar autos de combustión interna y el temor a lo nuevo; otros lo atribuyen a un inequitativo trato de calificar a los híbridos como unidades verdes con los mismos beneficios de estímulos a los eléctricos que no contaminan.
Los precios de los automotores híbridos y eléctricos, son altos con relación a las unidades de combustión interna. Incluso, aun cuando en el pasado febrero se eliminaron aranceles para este tipo de automotores mediante cuotas de importación que beneficia a aquellas empresas de los países con los que México no tiene tratados comerciales; ello debió tener un beneficio para el consumidor.
Entre los autos eléctricos en el mercado mexicano se cuentan: autos eléctricos se Chevrolet Volt con un precio desde $698,000, BMW i3 desde $879,900 hasta $1,019,900; Model S 60 de Tesla $ 1,508,400
En tanto que en el segmento de híbridos se comercializan Toyota Prius desde $383,400 hasta $451,000, MINI Countryman PHEV en $709,900 y Porsch Panamera desde $ 1,500,500 hasta $ 2,675,000
Aunque hay automotrices que marcan una tendencia con tecnología ecológica creando un parteaguas en su propio segmento de mercado en el mismo este sector. Tal es el caso de la X-Trail Hybrid de Nissan que no requiere enchufarse a la corriente eléctrica, pues la batería se carga mediante la regeneración de energía por frenado, desaceleración o encendido; o el Nissan LEAF tiene una nueva batería de iones de litio-ion con 30 Kw de capacidad que provee de energía al motor para una autonomía de 200 km, más del 90% está fabricado con materiales reciclados provenientes de electrodomésticos y parachoques así como de tela bio PET.
Otra unidad compleja es el Model S de Tesla que incluye capacidades de Autopilot, para conducir en carretera no sólo con más seguridad sino también sin estrés; permite hasta 539km por carga máxima de su mecanismo de energía.
En la perspectiva de empresas automotrices, se considera que para impulsar la demanda de este tipo de unidades se requieren de estímulos como, por ejemplo, aumentar el techo a la deducibilidad de vehículos exclusivamente eléctricos, lugares de estacionamiento preferencial con carga; la implementación de “Placas Verdes” en todos los estados de la república, con una clara comunicación de lo que implican las placas, los beneficios y las consideraciones que se dan a los vehículos que las portan.
En la Ciudad de México hay un eléctrico por cada 10 mil vehículos de combustión. Cantidad contrastante con ciudades como Los Ángeles donde hay 33 eléctricos por cada convencional y en Nueva York 406 y en Houston 775 por cada vehículo convencional de combustión.
En promedio, un auto de gasolina emite cerca de 3 toneladas anuales de dióxido de carbono CO2 a la atmósfera; en cambio, un auto eléctrico tiene prácticamente cero emisiones de CO2, ya que no quema combustible alguno, de acuerdo a información de la CFE. El punto es que cada quien aporte lo que le corresponde para detener la mancha negra que cobra vidas, además de que el país seguiría en el camino de los objetivos planteados en su ratificación del Acuerdo de parís Sobre el Cambio Climático.
**Consultora en comunicación y fans del desarrollo humano.