Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Medrar con la desgracia con fines electorales
México empezará la semana en medio del inicio de una de las etapas más lúgubres para el país y para el mundo.
Como en un cuento de terror, Donald Trump asumirá la presidencia de los Estados Unidos, destapando toda una oleada de temor e incertidumbre en el planeta.
Sin embargo para México el pesimismo es doble: la asunción de Trump estará enmarcada por las movilizaciones y la irritación social por los gasolinazos.
El Gobierno de la República decidió repentinamente darnos así el año nuevo… y está cosechando las consecuencias.
A dos semanas de bloqueos y manifestaciones, Peña Nieto pretendió lanzar un pacto de mejora a la “Economía Familiar” que nació muerto. De los presuntos firmantes varios de ellos le dieron la espalda y lo descalificaron. El primero en reventarlo fue la Coparmex por considerarlo improvisado, incompleto e insuficiente. Además, denunció que el documento final les fue entregado dos horas antes de que se hiciera público.
Después de la Coparmex vinieron en cascada una serie de descalificaciones.
La Conago recriminó la exclusión de los Mandatarios en el acuerdo firmado en Los Pinos. “El Gobierno debe tomarnos en cuenta porque somos parte de la gobernabilidad del país”, dijo el presidente de la organización, Graco Ramírez. El Mandatario de Chihuahua, Javier Corral, calificó el acuerdo de “anodino” por carecer de compromisos concretos. La Conago señaló que con el gasolinazo el Gobierno se juega la estabilidad y gobernabilidad del país.
El dichoso pacto se perdió, en lo que puede considerarse como otro fracaso de Comunicación Social de la Presidencia de la República. Los asesores del Presidente no existen o brillan por su ausencia y la oficina de Prensa tampoco parece tener estrategias para detener el desplome brutal de la imagen del Primer Mandatario.
De plano, lo único que atinaron a decir en medio de la andanada contra Peña Nieto, es que el gobierno federal no responderá a los señalamientos en torno al Acuerdo hechos por organizaciones del sector privado y partidos políticos.
Mejor José Ángel Gurría tuvo que salir al paso y dijo como presidente de la OCDE, que la retirada del subsidio a los combustibles era algo “inevitable e inaplazable” y que la única crítica es que se hubiera tardado demasiado.
Hoy por hoy, Enrique Peña Nieto es, para la mayoría de la población, el responsable de las desgracias que se nos vienen encima: Detrás de los “gasolinazos”, están también el aumento a las tasas de interés de las tarjetas de crédito, el aumento de impuestos como el predial -que el Gobierno del DF ha disfrazado muy hábilmente- y el aumento a las tarifas eléctricas.
La escalada de precios ha empezado y se estima que los básicos tendrán un alza no menor al 30%, de no concretarse ese pacto que hoy se cuestiona.
En el Poder Legislativo, diputados y senadores cuestionaron el acuerdo y también lo adosaron de calificativos: “insulso, sin compromiso real, sin acciones claras ni de fondo”; pero los diputados no tuvieron la decencia de explicar a la población el porqué de sus bonos de fin de año.
PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (MC) tampoco explicaron por qué votaron en octubre pasado a favor en lo general, de adelantar el proceso de liberación de precios de las gasolinas y la forma en que se realizaría. Lo sabían, pero midieron y medraron con las consecuencias con fines electorales. Esto los hace doblemente inmorales.
Lo hicieron porque era fácil prever el incendio. Además, serviría para apagar el fuego adicional del escándalo de sus gobernadores. Porque no sólo eran los Duarte de México. Hay panistas y perredistas involucrados en el escándalo de la corrupción incrustada en el aparato político.
Congresos silenciosos. Senadores sordos y ciegos que no velan por sus estados. Auditorías que nunca llegan a nada. Esa es la síntesis y el por qué los gobiernos estatales se han convertido en la principal fuente de corrupción, incluso más lesiva que el narcotráfico.
El Juzgado Segundo de lo Penal sentenció a seis años y nueve meses de prisión al exgobernador de extracción panista, Luis Armando Reynoso Femat, por los delitos de peculado y uso indebido del ejercicio público. La noticia se perdió gracias al gasolinazo.
Los delitos del ex mandatario son incluso más inmorales -si es que puede haber rangos dentro de una misma corrupción- porque falseó la compra de un tomógrafo con valor de 13 millones 800 mil pesos, el cual no fue encontrado en ningún hospital público del estado.
Así, mientras nos desgarramos internamente por nuestros propios pecados, en los Estados Unidos Donald Trump ya prepara el muro real e intangible que construirá contra México.
Él dice que será con impuestos, pagos o algún tipo de reembolso. Sin embargo, la amenaza real es el alud de compatriotas que pronto podrían regresar.
Aterrados y pasmados, no parece haber nadie dentro del país que pueda decirle al nuevo gobierno de Trump tres cosas:
1.- Que salvo que caiga un meteorito, no hay nada que pueda modificar nuestra vecindad.
2.- Que no hay nada más peligroso que tener a un enemigo por vecino.
3.- Que nada le impide a México a varias sus políticas en materia de comercio y política exterior.
Trump sólo permanecerá 4 u 8 años y sí, las desgracias podrían ser grandes. Pero en medio de esa vecindad con que el destino nos ha marcado a ambos, Estados Unidos no puede prescindir de las compras millonarias ni del mar de importaciones que México hace de aparatos electrónicos como computadoras y equipos de audio y video provenientes de Texas.
Trump parece olvidar que si existe un gran mercado para el narcotráfico es porque sus compatriotas son la fuente número uno del consumo. El crimen organizado será otro de sus grandes enemigos.
Pero el punto más importante que obra en favor de México, es que nada nos impedirá ahora variar nuestros criterios de relación geopolítica y comercial hacia otros continentes, principalmente el asiático: China y Japón, como principales nuevos socios.
Ambas naciones estarán felices de instalar plantas en territorio mexicano y los mexicanos podríamos firmar acuerdos de intercambio profundo, como la creación de corredores industriales y de convergencia cultural para preparar a los científicos, técnicos y mano de obra que se requiera para esas plantas de alta tecnología en escuelas técnicas y universidades.
SÍ, que agradezca Trump a Ford, Fiat y Chrysler por haber suspendido sus proyectos comerciales con México, pero ahora que se atengan a las consecuencias porque tarde o temprano, ellos necesitarán de nuestros puertos de desembarco por mar y tierra. Y los impuestos podrían ser más caros para ellos.
Otra noticia positiva para México es que, dentro de la gran estupidez que envuelve el cerebro del nuevo mandatario gringo, ha enderezado cañones contra China y Rusia, lo que lo perfila como un mandatario que encerrará a su país en un muro intangible al que nadie quiera entrar.
Trump, aseguró el miércoles que «las agencias de inteligencia nunca deberían haber permitido que estas ‘noticias falsas’ fueran filtradas al público», en referencia a las informaciones reveladas un día antes por varios medios con alegaciones de que Rusia puede poseer información comprometedora sobre él y sus inclinaciones sadomasoquistas.
Trump también abrió un nuevo frente con China al sugerir que Washington bloquearía el acceso a Beijing a sus islas en el mar de China. La respuesta del “tigre asiático” fue contundente: “Prepárense para un enfrentamiento militar».
China se disputa la soberanía de ciertos archipiélagos del Mar de China Meridional como las Spratly o las Paracel con otros países de la región, como Filipinas o Vietnam.
¿Puede Trump tener tantos enemigos en un solo momento?
De esta forma, lo único inteligente que ha atinado a decir el Presidente Peña Nieto es que “Por supuesto que México no pagará el muro”. Ahora tiene que explicar mediáticamente el por qué de la certeza de su aseveración.
PD: El problema de los seres humanos es no querer entender que nada nos pertenece; ni nuestro propio cuerpo. Podemos darle rumbo, pero no destino. Nada nos garantiza que no muramos hoy.