Tremendo éxito de la ópera española en el FIC 40

GUANAJUATO, 12 de octubre (Quadratín México).- Para atreverse a poner en música escenas de la novela cumbre de la literatura universal, hacía falta una figura consagrada en el terreno de la creación sonora, y fue el Maestro Tomás Marco quien revistió las palabras de Cervantes con una música perfecta. Anoche en el primer concierto y hoy a las 9 de la noche nuevamente en Teatro Juárez.

El Caballero de la Triste Figura, espectáculo musical que asoció las posibilidades musicales de la ópera y el arte teatral, fue presentada en la 40 edición del Festival Internacional Cervantino (FIC), con un montaje del Coro dela Comunidad de Madrid y del Ensemble dela Joven Orquesta dela Comunidad de Madrid, con la participación de la mezzosoprano Ana Cristina Marco, el barítono Alfredo García, el tenor Eduardo Santamaría y la soprano María Rey-Joly.

Los cantantes españoles que la interpretaron recibieron sin duda una de las oportunidades más halagüeñas de su carrera, puesto que se vieron remitidos a sus propias raíces con todo el decoro que la estupenda puesta en escena de Guillermo Heras, propiciaba.

El Caballero de la Triste Figura fue realizada por Tomás Marco, con base en textos de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), de los que el compositor madrileño extrajo pasajes caballerescos, de humor y de misterio, y los nutrió con elementos de la actualidad.

La aparición de cada uno de los personajes confrontaba de inmediato la idea previa que cada uno de los espectadores llevaba dentro de sí gracias a la lectura de la obra, con las imágenes que surgían en el escenario. Nadie dentro del público se sintió defraudado ante el que fue el espectáculo más ligado al nombre de nuestro Festival y tuvo el éxito arrollador que justamente merece.

Fueron escenificados fragmentos de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha como La vela de armas, Los molinos de viento, Las ovejas, La cueva de Montesinos, Clavileño, Barataria y El caballero de la Blanca Luna, con  diálogos, descripciones y poesía, en una atmósfera sonora de instrumentos de viento y cuerdas.

La propuesta lírica mantuvo la fuerza y la belleza de la novela de Cervantes y a la manera del teatro griego, mientras la mezzosoprano relataba fragmentos que no era actuados, era apoyada por un coro de voces femeninas que comentaban la acción.

El montaje fue estrenado en 2005 en el Teatro Circo de Albacete de España, para conmemorar los 70 años del compositor español y promover la ópera de cámara de creación contemporánea. Fue coproducido porla Sociedad Estatalde Conmemoraciones Culturales (SECC),la Sociedad DonQuijote dela Manchayla ORCAM, con el apoyo dela Dirección Generalde Promoción Cultural dela Comunidadde Madrid

Guillermo Heras dirigió escena, la dirección musical fue de José Luis Castillo y Félix Redondo estuvo al frente del coro. La coreografía fue de Mónica Runde, la escenografía de Rafael Garrigós, el vestuario de Ana Rodrigo y la iluminación de Miguel Ángel Camacho.

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