El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Tres mujeres poderosas, dos de ellas, en principio, ciudadanas artista y empresaria y la tercera una política profesional, toman la palabra es este espacio.
Rocío Banquells: Me la vivo quejándome de lo mal que está la ciudad, el país, alguien me dijo ¿y porque no haces algo, porque no intentas hacer algo adentro de la política? En 2021 tuve la oportunidad de ser candidata y pues con la gran sorpresa de que la gente creyó en mi palabra, me creyó porque no soy política, sino ciudadana, gane por más de 60 mil votos. A mí me vieron en el PRD como la artista popular, me sentí descalificada, porque no me dieron cosas más importantes, entendí que fue por mi inexperiencia. Yo no vivo de ser diputada, vivo de ser cantante y actriz con dignidad y respeto a mi profesión. El primer mes estaba yo perdida, me decían a las nueve de la mañana y como buena actriz llegaba cinco minutos antes, llegaba al pleno y no había nadie, me hice amiga de los de seguridad y de los de limpieza porque era la primera en llegar. No sé si me voy a reelegir, el trabajo de legislador no es muy notorio. Estamos muy limitados, muy castigados en el presupuesto. ¿Se siente decepcionada de ser diputada en el ámbito de hacer cosas? Sí. En el presupuesto salí llorando, nos ganaron, no se reabrieron las estancias infantiles. No les pedimos nada, tres pesos que le quiten al tren maya, ¿Qué les cuesta?
Teresa Castell: Soy una ciudadana, empresaria, activista feminista, madre y abuela. Fui mamá a los 16 años, estudie Contaduría en el Conalep estando embarazada, mientras trabajaba haciendo el aseo de las casas de las amigas de mi suegra, nunca pensé que dejar de estudiar fuera una opción. Me enojaba mucho ver que mis impuestos no se usaban para lo que se requiere, para la salud, para la seguridad, para la educación, ¿para qué pagamos impuestos si de todas maneras pagamos por fuera, qué chiste tiene? Para mí fue ese un despertar ciudadano que estaba dormido en mí. Nunca he pensado que no he recibido las mismas oportunidades que los hombres, nunca basé mi vida de trabajo en pensar si merecía más por ser mujer. Yo no viví bajo el yugo de ningún jefe, incluso mi marido trabajó para mí. Gané con más de 97 mil votos en Toluca, hubiera podido ser presidenta municipal. Me identifico con el PAN, soy una mujer conservadora con valores y tradiciones, aunque no estoy a favor de que se le juzgue a una mujer por realizarse un aborto. La coalición es la ruta, porque solos no vamos a poder. Si cumplo para el 24 yo ya me retiro, estoy aquí por un compromiso con el país. Qué bueno que llegó este señor (a la presidencia) para que se nos quitara la idea de que, si no llegaba él, este país iba a ser una ruina, llegó y hoy estamos peor que nunca.
Cinthia López Castro: No tengo familiar político, vengo de abajo, hago política con el corazón. Tengo una maestría, un doctorado en administración pública, acabo de inscribirme a otra maestría en derecho electoral, todo el tiempo estoy estudiando y preparándome. Mis iniciativas van principalmente a las mujeres, salen de mi trabajo en campo, son al 100% peticiones que yo recojo en la calle y a favor de las mujeres. Ser mujer y estar en la política es remar contra corriente tienes que estar a la par del ritmo de los hombres. Yo he disentido de las decisiones de la bancada como cuando voté en contra de la reforma educativa de Morena. Cuando eres legislador traes un cronómetro encima, tres años parecen muchos, pero hay muchas cosas que hacer, no da tiempo para hacer todo lo que quieres hacer, hay que aprovechar el tiempo desde el primer segundo. ¿Cinthia López Castro está casada con la política? Ay no, yo si me quiero casar bien, pero la política es mi pasión. Soy una mujer exitosa porque me he dedicado a lo que me apasiona. ¿Qué va a hacer cuando acabe la legislatura? ¡Pues reelegirme! Yo no tengo un solo negocio de ningún otro tipo, no me veo más que sirviendo a la ciudadanía.