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MORELIA, Mich., 4 de julio del 2016.- Familia y amigos le dieron el último adiós este jueves a Juan de Dios Chávez, uno de los 10 calcinados de Cuitzeo, en el Panteón Municipal de Álvaro Obregón, el pueblo que lo vio nacer y crecer.
El grito con voz quebrada de la madre de Braulio Santiago, otro de los desaparecidos fue escuchada: “de menos entréguenlos para darles cristiana sepultura”, pidió la mujer en medio de las lágrimas a las autoridades.
Uno a uno han sido entregados a sus familias, uno a uno ha sido sepultado. Hoy es el turno de Juan de Dios. Luego de que fuera confirmada la identidad por las pruebas de ADN, los restos, lo que quedó del muchacho, fueron entregados a sus familiares.
A diferencia de otros casos, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) realizó el proceso en tiempo récord, aclaró los hechos, identificó a las víctimas y confirmó las sospechas de las familias, que con esperanza, creían en la probabilidad de que no se tratara de sus familiares, de hijos, de su hermano, esposo y, en algunos casos, padre.
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