Túneles, catapultas y drones los más usados por cárteles mexicanos: ISC

CIUDAD DE MÉXICO, 10 de octubre de 2016.- Túneles, catapultas, cañones, ultralivianos y drones, son cinco de los artilugios más utilizados por cárteles mexicanos para cruzar cantidades incalculables de drogas por la frontera de Estados Unidos, dio a conocer un reporte de InSight Crime.

De acuerdo a este Centro de Investigación de Crimen Organizado, al intentar detectar tráfico de narcóticos hacia Norteamérica en los últimos años autoridades mexicanas y estadounidenses han detectado una amplia gama de métodos innovadores para transportar carga ilícita por una de las fronteras más vigiladas del mundo hacia el mercado más lucrativo para los estupefacientes.

Por lo general, ocultan droga en vehículos comerciales o de pasajeros que transitan por los retenes oficiales, sin embargo, ante el fortalecimiento de filtros los grupos criminales han comenzado a experimentar cada día.

Túneles

InSight Crime asegura que una de las salidas más creativas son los narcotúneles, muchos de ellos incompletos y ligados al Cártel de Sinaloa, prueba de esto la inusual fuga que protagonizó su jefe máximo, Joaquín Guzmán Loera El Chapo, mediante un elaborado túnel de un kilómetro y medio de largo en julio de 2015.

Según todos los indicios, “este método seguirá siendo una opción muy popular para pasar estupefacientes de manera ilegal por la frontera” desde que se descubrió el primer “narcotúnel” de México a Estados Unidos en 1990. Según Los Angeles Times, el Centro de Investigación en Latinoamérica da cuentas que el túnel se extendía por 83 metros desde una lujosa casa en Agua Prieta, Sonora hasta una bodega en Arizona, y estaba equipado con iluminación eléctrica, un sistema de drenaje y un vagón para transportar la droga.

“Los agentes antinarcóticos de Estados Unidos lo describieron a los periódicos como “algo sacado de una película de James Bond”, quizás porque el acceso al túnel en la parte mexicana lo daba un “interruptor oculto dentro de la residencia de lujo que, al activarse, levantaba al aire una mesa de billar y la losa de concreto que había debajo para dar paso a un pozo estrecho””, refiere.

Catapultas

La catapulta parece ser otra antigua tecnología adaptada para uso moderno, aunque parece no tener la misma buena aceptación que los túneles entre los grupos narcotraficantes, revela el análisis de InSight Crime.

No obstante, según un caso documentado a través de video por una cámara de vigilancia, se presume que presuntos contrabandistas del lado mexicano parecen cargar paquetes de marihuana en un gran armatoste y lanzarlos hacia Estados Unidos. Este método permitiría arrojar a la vez más de cuatro libras de droga a territorio estadounidense.

Cañones

Ante las deficiencias del método con catapultas para cruzar droga, otro mecanismo del que da cuentas el Centro de Investigación es el vehículo modificado para servir como cañón de aire móvil, con capacidad para lanzar paquetes de estupefacientes de un lado a otro de la frontera.

Aunque no es claro si el artefacto hallado en el estado de Sonora se usó alguna vez o si funcionó como se esperaba, existen otros casos documentados en los que los traficantes han usado cañones para lanzar droga, “incluyendo un dispositivo instalado en una camioneta que autoridades mexicanas descubrieron en 2013.”

Ultralivianos

Aunque el uso de aeronaves para mover narcóticos por la frontera estadounidense no es nada nuevo para los grupos traficantes mexicanos, InSight Crime recuerda que hace décadas, Amado Carrillo Fuentes, el fallecido capo del Cártel de Juárez, se ganó el alias de el “Señor de los Cielos” por la flota de pequeños aviones que usaba su organización para pasar traficar.

En la actualidad, da a conocer que narcos han comenzado a usar “ultralivianos” en operaciones de vuelo nocturnos, pues han comenzado a acondicionarlos con equipos especiales, como trenes de aterrizaje para todo terreno y espacio extra de carga para mejorar su capacidad de cargas ilícitas con sigilo sobre la frontera.

“Vuelan a alturas del suelo relativamente menores, lo que —sumado a su pequeña envergadura— dificulta su detección. Además de requerir relativamente poco adiestramiento para operar, son bastante económicos y fáciles de construir”, revela el análisis.

Drones

Finalmente, InSight Crime enumera los artefactos de aviación no tripulados que se producen comercialmente conocidos como “drones”, mismos que se han visto acompañado de un incremento simultáneo en su uso entre los traficantes de drogas.

“En agosto de 2015, dos hombres se declararon culpables en un juzgado de Estados Unidos de recibir un paquete de 28 libras de heroína transportado por aire al otro lado de la frontera desde México usando un dron”, refiere el estudio.

Este caso fue “la primera incautación transfronteriza de las autoridades estadounidenses en la que se implicaba la nueva táctica de tráfico aéreo”, recuerda, así como en el mismo año otro dron que transportaba seis libras de metanfetaminas se estrelló en México justo al sur de la frontera con Estados Unidos.

Según la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus iniciales en inglés), cita InSight Crime, los drones “solo permitirán volar una pequeña cantidad de narcóticos a la vez, y que eso sumado a la facilidad de detección no hace muy rentable este método para estas organizaciones narcotraficantes, cuya motivación es el dinero”.