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WASHINGTON, 16 de enero (Quadratín México).- Un turbulento estreno están sufriendo los flamantes Boeing 787. Estados Unidos ordenó la cancelación temporal de los vuelos de esas aeronaves, tras dos incidentes en Japón que involucraron las baterías de los llamados “Dreamliner” y obligaron a realizar aterrizajes de emergencia.
“Antes que se aprueben nuevos vuelos, los operadores de Boeing 787 registrados en Estados Unidos, deben demostrar a la Administración Federal de Aviación (FAA) que las baterías son seguras”, dijo la agencia regulatoria en un comunicado.
El origen del incidente en All Nippon Airways, el último de una larga serie, fue a causa de fallas eléctricas causadas por una de sus baterías.
Tras el suceso, la aerolínea japonesa dejó en tierra los 17 aviones que tiene de este modelo. También lo hizo Japan Airlines, la otra compañía del país asiático que más modelos opera del último avión de Boeing.
Una de las grandes novedades del Dreamliner, llamado a revolucionar la aviación comercial, es que cambia esencialmente los sistemas hidráulicos por eléctricos para ganar en eficiencia y reducir costos operativos y de mantenimiento.
Sin embargo, no está resultando todo lo bien que se esperaba. De hecho, a la imagen del avión de ANA con las rampas de emergencia desplegadas en la pista de Takamatsu, se le sumó la foto de una de las cuestionadas baterías quemada. Iba en uno de los siete aparatos operados por JAL.
Aunque los incidentes ocurrieron en aerolíneas extranjeras, en Estados Unidos sólo United tiene seis aeronaves de los llamados Dreamliner, objeto del escrutinio regulatorio.
La aerolínea japonesa All Nippon Airways (ANA) indicó este miércoles que un vuelo interno tuvo que aterrizar de emergencia, luego de que el aparato Boeing 787 mostró mensajes en la cabina advirtiendo sobre problemas en la batería y se registrara olor a quemado.
Tras una inspección del avión, se encontraron derrames de los químicos de la batería y marcas de quemaduras a su alrededor.
El turbulento estreno 787 pasó factura a la empresa Boeing en Bolsa y puso las acciones del fabricante estadounidense bajo presión. Las ventas llevaron a sus títulos a ceder más de un 5% en el arranque de la jornada en Wall Street tras una semana muy volátil para la compañía. Los primeros problemas empezaron el 4 de diciembre, con otro aterrizaje de emergencia de un vuelo operado por United Airlines entre Houston y Newark, y hubo dos incidentes menores antes de la Navidad.
Sin embargo, no fue hasta la semana pasada cuando los problemas subieron de escalón con la entrada en escena del Departamento de Transporte de EE UU (FAA), que anunció una revisión profunda del avión desde su diseño hasta el ensamblaje.
Boeing admite que hay problemas, pero hasta ahora decía que son típicos de aviones nuevos y que espera solucionarlos pronto.
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