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CIUDAD DE MÉXICO, 16 de abril de 2018.- Alrededor de 200 personas, entre familiares, amigos y estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México se congregaron a espaldas del edificio de Rectoría para rendir un homenaje a Graciela y Sol, catedrática y estudiante de esta máxima casa de estudios, asesinadas en su domicilio el pasado 15 de marzo.
Con lágrimas en los ojos y caras tristes, colocaron decenas de flores blancas y amarillas en el Espejo de Agua de Ciudad Universitaria para honrar la memoria de las dos mujeres y exigir castigo para los responsables del doble crimen ocurrido en un inmueble de la delegación Álvaro Obregón.
Los preparativos comenzaron antes del mediodía, integrantes de la comunidad universitaria transportaron decenas de flores amarillas y las colocaron a poco menos de un metro del Espejo de Agua para comenzar el homenaje.
La primera en dirigir unas palabras fue Cleila Cifuentes, hermana de Graciela, quién con la voz entrecortada recordó que la violencia en el país no solo se da cuando las mujeres se encuentran en la calle o en situación vulnerable, también sucede en casa, como ocurrió con Graciela y Sol.
Reprochó también el poco avance que, a un mes del doble crimen, las autoridades tienen en cuanto al caso, pues únicamente han girado una orden de presentación contra Alan «N», quien fuera pareja sentimental de Sol y uno de los probables sospechosos del homicidio, toda vez que desde el 15 de marzo no ha sido posible localizarlo para que rinda su declaración.
Vine hoy porque necesitaba estar aqui, justicia no pedimos, justicia sería que regresarán a mi amada hermana y a mi querida sobrina, el crimen nos tienen un estado de infinita tristeza, esperamos que las autoridades hagan su trabajo, queremos castigo para los responsables, aseguró la hermana de Graciela.
Uno a uno y en silencio, los presentes tomaron una flor y la depositaron en el Espejo de Agua, mientras tanto, otras personas escribían pensamientos en una pintura de más de un metro con los rostros de Graciela y Sol; con aplausos, despidieron a los familiares de las víctimas.
Poco más de una hora y media después, los presentes de retiraron del lugar y en el Espejo de Agua, quedaron las flores con las que fueron recordadas la catedrática de la facultad de arquitectura y su hija, estudiante de la misma.