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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de diciembre de 2018.- El daño de los ecosistemas marinos es considerable. De acuerdo con datos de la Primera Evaluación Mundial de los Océanos, publicada en 2016, gran parte de los mares está gravemente alterada, con cambios y pérdidas en la estructura, función y beneficios de sus sistemas, en sinergia con el calentamiento global. Además, para el 2050 la población humana podría alcanzar los nueve mil millones, lo que demandará mayores recursos provenientes del océano.
De acuerdo a un comunicado, con el objetivo de revertir el deterioro de esas masas de agua y crear condiciones óptimas para su desarrollo sostenible, la UNESCO proclamó la Década Internacional de la Ciencia Oceánica para el Desarrollo Sostenible (periodo 2021-2030), programa en el que la UNAM estará presente como parte del Grupo Ejecutivo de Planificación, expuso Elva Escobar Briones, directora e investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML).
La universitaria representará a México y a la Universidad Nacional en dicho grupo, conformado por 19 expertos de diferentes nacionalidades que se reunirán en la UNESCO, del 17 al 19 de diciembre.
En la reunión, que se llevará a cabo en la UNESCO, “se discernirá qué temas se deben tocar para que sea mejor considerada la presencia e importancia de los océanos, que representan el 71 por ciento de la superficie del planeta, y de qué manera se garantizará la participación de todos los países en el decenio, tengan o no costas”, dijo Escobar Briones.
La experta destacó el reconocimiento que la UNESCO hace a la UNAM y a su liderazgo, al invitarla a participar en este grupo: “es una gran distinción; sus capacidades únicas de investigación en los años 70 la guiaron en la adquisición de sus buques oceanográficos, y en la formación de científicos que han generado colecciones biológicas y bases de datos.
“Nuestra Universidad ha ido a la vanguardia y busca que sus pares formen parte de una gran red, en donde expertos establezcan qué programas se deben echar a andar para revertir los impactos negativos en los mares”.
Grupo Ejecutivo de Planificación
El Grupo asesorará al equipo de coordinación (Órganos Rectores de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO) para guiar la fase preparatoria (2018-2021) de la década.
El plan de implementación deberá integrar aspectos científicos, de desarrollo de capacidades, movilización de recursos, comunicación y compromiso social, y se presentará para su aprobación en la Sesión 75 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), en el otoño del 2020.
La aprobación de la Década Internacional de la Ciencia Oceánica para el Desarrollo Sostenible reconoce la importancia y necesidad de la investigación científica, y de intercambiar datos e información sobre los océanos para alcanzar el desarrollo sostenible, expuso la universitaria.
“El cambio climático es uno de los temas que debe estar presente. Muchas especies están migrando hacia latitudes altas, siguiendo la masa de agua, temperatura y oxígeno definidos.
“La concentración de oxígeno disminuye con el aumento de la temperatura del mar, lo que afecta la reproducción. Si a ello se suma la contaminación y la sobrepesca, el alimento podría dejar de estar disponible en latitudes bajas. La acuacultura es una opción en la zona costera. Para robustecer los escenarios se requieren datos provenientes de la investigación, y formar recursos humanos”, explicó.
Por el ciclo hidrológico, todo termina en el mar, y así se afecta a los productos marinos, que son alimento, añadió.
“El decenio y el trabajo de este grupo de expertos es muy importante. Para dicho periodo se buscará que los países impulsen la investigación, la educación, capacitación, la generación de conocimiento, y que se homogenicen las capacidades”.
Además, resaltó, se debe hacer lo posible para que todas las naciones, sobre todo aquellas en desarrollo, tengan capacidades similares o colaboraciones estrechas con países desarrollados, que les permitan llevar a cabo la investigación de sus aguas y reconocer el estado y condiciones que guardan sus recursos.Esta tarea concluirá a finales de 2019, cuando se entregue el documento final. A partir de 2020 comenzarán a trabajar más especialistas para atender los temas que se propongan en la agenda. Ahí también tendrán una importante participación las distintas entidades de docencia e investigación de esta casa de estudios. “Hay mucho por hacer y están dadas las condiciones para que nuestra Universidad participe”.