Autoriza INE Marco Geográfico para elección del Poder Judicial
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de mayo de 2020. — “La meta debe ser limpiar policías estatales y municipales para regresar al Ejército a cuarteles”, aseguró Bryan LeBarón sobre la urgencia de intensificar las tareas de seguridad pública y aminorar la violencia en el País.
En este momento, de regresar a los cuarteles al Ejército y detener la militarización de la seguridad pública, estaríamos dejando en total libertad de acción a los grupos criminales que operan en los municipios y estados; lo cual se evidencia por la incapacidad de la mayoría de los gobernadores y de los organismos de seguridad en las entidades del país, de garantizar seguridad a los mexicanos, como se demostró en la exposición del Secretario de Seguridad Alfonso Durazo, quien presentó las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En un comunicado, aseveró que si hoy se retira el Ejército de las tareas de seguridad, dejaríamos e la población bajo el cuidado de las policías civiles locales, lo que en la mayoría de los estados representa dejar a la población a merced de los grupos criminales. El reto de retirar al Ejército de las calles no debe ser cuando esté lista la Guardia Nacional, sino cuando seamos capaces de tener policías estatales y municipales limpias y sin dependencia de los grupos criminales.
“En este sentido, pedimos al secretario Durazo no bajar la guardia por las disminuciones marginales, por citar los 50 homicidios dolosos menos entre marzo y abril. De 3 mil casos bajó a 2 mil 950 casos”, dijo.
Además, considera que la estrategia debe pasar por identificar y estudiar qué es lo que se está haciendo bien en entidades como Baja California Sur, Yucatán o Campeche; y los aspectos que no permiten brindar seguridad en Estados como Guanajuato, Estado de México o Chihuahua. Los modelos de éxito deben replicarse o adoptar los elementos para regionalizar el combate al crimen.
Sin duda existen aspectos que han sido exitosos, como el involucramiento del sector empresarial en los organismos de seguridad de Nuevo León; la calidad de vida que cuidan los propios habitantes de Yucatán; la presión por la vecindad con Estados Unidos de Baja California Sur. Sean cuales sean los elementos que están permitiendo vivir con tranquilidad, debería ser un modelo a seguir y parte de la política pública del gobierno federal.
Un elemento común que existe es la participación de la ciudadanía. La corrupción e impunidad se acaban si existe un acuerdo social de no tolerancia y de permanente involucramiento. No defiendo la presencia del Ejército en las calles, pero imaginemos un México que un día se despierta sin su protección, seríamos un flanco fácil, el más vulnerable.
Todo esto pasa por una aduana muy importante, y que son focos rojos: las próximas elecciones. El debate que debería existir al interior y entre los partidos, es como evitar a los “narcocandidatos” o que el dinero del crimen sea el que decida las contiendas. Porque no hay nada gratis, llegando al poder la delincuencia organizada busca recuperar su inversión y hasta hoy ha dejado un rastro de sangre, y autoridades impregnadas de corrupción
Sólo como comentario, el día que invadieron el rancho de mi familia en Chuihuahua, la policía estatal hizo acto de presencia casi 24 horas después de iniciado, fue la Guardia Nacional quien intentó contener el conflicto, y aún así, también tuvieron que resguardarse de las agresiones. De no haber estado, no hubiera existido alguna barrera de defensa, ni del patrimonio, ni de las vidas de mis parientes.